Este lunes se desarrolló la primera jornada del juicio del caso Ángel Márquez Zapata, el niño de cuatro años muerto el 15 de agosto de 2015, cuyo cuerpo fue hallado en Molina nueve días después. Con el testimonio de la única acusada en la investigación, su madrastra Vanessa Pamela Trigari Torrejón, los persecutores dieron inicio al proceso con una nueva arista: la mujer atribuyó la responsabilidad de la muerte a su hijo de 11 años.
Durante el desarrollo de la audiencia en el Juzgado de Garantía, Trigari renunció a su derecho a guardar silencio y contó su versión sobre los hechos que desembocaron en la muerte del pequeño Ángel.
En todo su relato delegó responsabilidades en su hijo de 11 años. En estrado señaló que ese día el niño le mencionó que habría introducido a su hermano en un bolso bajo la cama.
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“Me agacho para buscar y ver en qué bolso estaba, porque no era la primera vez que lo hacía. Todos jugaban a meterse en las maletas con ruedas y pasear a los más chicos (…) y cuando levanto el colchón y corro el somier, empecé a tocar el bolso, porque lo único que deseaba era saber que estaba bien”, explicó.
Luego las lágrimas se hicieron presente para recordar que “cuando abrí el bolso, estaba el Ángel todo mojado, tenía todo su pelo mojado, estaba con el pijama, tenía unos jeans sobrepuestos, tenía un polerón y un cuello amarillo”.
En la instancia Vanesa Trigari, aseguró que sacó rápido al niño, pero que ya no reaccionaba. Relató que lo llevó al baño para darle agua, luego comprobó que no reaccionaba y comenzó a darle reanimación con los escasos conocimientos que ella tenía.
“Fue ahí cuando le soplé la boca, y comenzó a salirle una espuma”, detalló.
Según declaró la madrastra de Ángel, quien estaba a cargo de su cuidado mientras el padre trabajaba en el norte del país, cuando le preguntó al niño de 11 años qué había pasado, el sólo le respondió “mamita disculpa” y trasladaron el cuerpo del menor a otra habitación de la misma casa.
“Hasta el día de hoy me pregunto por qué no atiné a hacer nada. No entiendo que me pasó, era como estar viviendo un sueño” dijo la mujer.
Así avanzaron los días, con el cuerpo de Ángel oculto en su misma casa, hasta que la mujer decidió -aseguró en estrado- guardar los restos en una bolsa de basura y trasladarlos hasta el patio posterior de la vivienda.
En la jornada, Trigani culpó como autor intelectual del abandono del cuerpo de Ángel a su hijo de 11 años, al asegurar que fue su idea trasladar los restos hasta el sitio despoblado del Estadio ANFA de Molina para evitar a la Justicia.
Tras escuchar la declaración de la mujer, la fiscal jefe de Molina, Mónica Barrientos, acusó a Trigari como única responsable de la muerte, y está pidiendo se le aplique presidio perpetuo calificado por el homicidio con alevosía de Ángel.
“Hoy no me puedo referir a las versiones u opiniones que haya dado la señora Trigari, lo que sí puedo decir es que este es un juicio oral en el que las pruebas se rendirán con el objeto de acreditar lo que hemos señalado durante todo el curso de esta investigación”, sostuvo la persecutora.
Este crudo relató de la única acusada, marcó el inicio de este juicio que podría extenderse varios días, ya que en su desarrollo habrá declaraciones de 64 testigos, 15 peritos y se deberá revisar 36 pruebas documentales.
Presidio perpetuo
Cabe recordar que el Ministerio Público imputó cargos contra Vanessa Trigari Torrejón por el delito de homicidio calificado sobre la figura de su hijastro, Ángel Márquez Zapata, solicitando que se establezca una pena de presidio perpetuo calificado.
Trigari es la única imputada por la muerte de Ángel, hecho que quedó al descubierto el 26 de agosto del año pasado, cuando el cuerpo sin vida del pequeño fue encontrado al interior de un bolso, abandonado en un canal de regadío contiguo al estadio ANFA en Molina.
El Ministerio Público ha planteado que Vanessa Trigari fue quien le quitó la vida al pequeño Ángel, “obstruyéndole las vías respiratorias”, lo que derivó en una asfixia.
Tras ello, la imputada habría mantenido oculto el cuerpo por varios días, para posteriormente dejarlo abandonado en el aludido sitio eriazo, obligando a que otro hermano de la propia víctima (quien escribió la carta que será incluida como prueba en el juicio oral) lo acompañara.
Tras ser detenida, desde fines de agosto de 2015, la mujer de 29 años se encuentra cumpliendo la medida cautelar de prisión preventiva en la cárcel de Cauquenes.