Considerar las concesiones hospitalarias como una salida al problema de la construcción de hospitales y para poder cumplir con el programa de Gobierno, fue la idea que entregó un grupo de expertos en salud.
Esto, luego de que la Contraloría rechazara los contratos para la construcción de cuatro hospitales que significan un retraso en la edificación del Hospital Provincial de Ñuble en Chillán, el nuevo Barros Luco, El Hospital de Linares y el de Las Higueras y que implican que más de 1000 millones de dólares queden sin adjudicar.
El presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, afirmó que el impasse revela que no hubo un mal manejo técnico de parte del Ministerio de Salud a descartar de plano las concesiones que incluso estaban en curso.
Para el ex subsecretario de redes asistenciales, Luis Castillo, considerar la concesión para estos hospitales podría retrasar aun más los recintos. Sin embargo debiera replantearse para la construcción de futuros establecimientos.
La ministra de Salud, Carmen Castillo, explicó que el Hospital de Ñuble será relicitado y tendrá un retraso mínimo de seis meses. Con los otros tres recintos, no se ha determinado aún qué se hará.
Deslizó una crítica a las empresas para que entreguen toda la información requerida durante el proceso de licitación.
Para cada caso, el ministerio de Salud baraja como soluciones: desistir del proceso actual y relicitar, entregar más antecedentes a la Contraloría para subsanar las observaciones o proponer otra empresa para llevar adelante la construcción. Todas opciones que de igual manera provocan retraso y amenazan uno de los proyectos emblemáticos de la administración de la presidenta Michelle Bachelet.