El ministro de Medio Ambiente calificó como una situación anómala que amerita sumario, la emergencia ambiental registrada ayer en la Región de Atacama provocada por la Empresa Nacional de Minería (Enami).
La comuna de Copiapó registró ayer su primera emergencia ambiental del año, luego de alcanzar niveles sobre la norma permitida de anhídrido sulfuroso, que es un gas incoloro, de olor fuerte e irritante, que resulta de la combustión del azufre.
Con más de 600 microgramos por metro cúbico por sobre la norma, durante tres horas, Omar Maldonado, seremi de Salud (s) de Atacama, decretó la emergencia con el que se activaron los protocolos para proteger la salud de la población.
Las emisiones fueron provocadas por la planta de fundición Hernán Videla Lira de la Enami, ubicada en Paipote. Según reconoció la empresa a través de un comunicado, las condiciones meteorológicas presentes fueron desfavorables para la ventilación de los gases.
En el documento señalan que “lamentan la situación sucedida, y que se está trabajando en el mejoramiento del comportamiento ambiental de la Fundición”.
Sin embargo, desde el ministerio de Medio Ambiente, su titular, Pablo Badenier, afirmó que se tratan de emisiones anómalas que debieran ser objeto de un sumario administrativo.
A diferencia de lo manifestado por Badenier, el presidente regional del Colegio Médico, Guillermo de la Paz, afirmó que las altas emisiones del gas ocurren continuamente.
Durante las tres horas que estuvo vigente la emergencia ambiental, la autoridad sanitaria instruyó a las instituciones a trabajar al interior de los edificios, manteniendo puertas y ventanas cerradas, recomendación que fue expresa para personas con enfermedades respiratorias o cardíacas.