En reconocimiento por ser una de las zonas más biológicamente diversas y ecológicamente importantes de Chile y el sudeste del pacífico, el Archipiélago de Humboldt fue declarado un “Hope Spot” (Lugar de Esperanza) por la Fundación internacional Mission Blue.
Los Hope Spots corresponden a una lista de sitios marinos de mayor significancia biológica que brindan esperanza al mundo.
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La distinción llega en pleno conflicto que existe entre las comunidades locales y organizaciones de conservación marina con Andes Iron por el proyecto de la minera Dominga y el megapuerto que se busca instalar en la zona.
Ambas estructuras, sostuvieron desde Explorasub, entidad que participó en la nominación del archipiélago, convertirían el sector en una “zona de sacrificio y perjudicaría fuertemente el medioambiente marino de la zona y sus comunidades”.
“El tráfico de grandes embarcaciones generará un alto riesgo de colisiones con ballenas que transitan por este lugar” plantea Aliro Zarricueta, presidente de la Federación de Pescadores Artesanales y buzos mariscadores de la comuna de La Higuera, agregando que el alto nivel de contaminación acústica afectaría negativamente a los mamíferos marinos, peces y especies invertebradas.
“La descarga tóxica en el agua de los motores y de las actividades portuarias generarían un alto impacto en la flora y fauna, lo que probablemente reducirían la bioproductividad de la zona, una de las más altas de Chile”.
La propuesta de los conservadores
“Pese a que hay actualmente tres reservas marinas en el Archipiélago de Humboldt”, señalan en el sitio de Mission Blue, “estas áreas protegidas sólo abarcan 3 de las 8 islas y sólo se extienden por 1 milla náutica en radio desde la costa”.
“Las comunidades locales, el Centro de Buceo ExploraSub, la Asociación de Mariscadores y Pescadores de Los Choros y científicos nacionales e internacionales, respaldados por Mission Blue, hacen un llamado a la protección de las 8 islas con reservas marinas que alcancen las 3 millas náuticas de radio”.
A esto, esperan incluir “la implementación de un Área Marina Protegida de Uso Múltiple por todo el archipiélago que protegería su ecosistema único y promovería su uso sostenible”.
Sylvia Earle, fundadora de Mission Blue y conocida a nivel internacional como la “Majestad de las profundidades”, sostuvo que “durante los últimos 50 años he explorado los ecosistemas oceánicos alrededor del mundo y lo que se puede ver en el Archipiélago Humboldt es realmente extraordinario”
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La destacada oceanógrafa, investigadora y escritora estadounidense agregó que “un buceador afortunado, tal como yo lo hice recientemente, puede presenciar muchísima vida, tantas especies distintas en pocos minutos bajo el agua”.
Con el reconocimiento, dice, buscan “ayudar a visibilizar un punto internacional de conservación. Pero preocuparse del Archipiélago es importante para los peces, bosques de algas y todos los seres del mar para los cuales este lugar es su casa, sin embargo, es igualmente importante para los humanos, mi criatura favorita, ya que un océano sano es lo que hace la vida humana posible”.
“Si no hay azul, no hay verde”, concluye.
Laboratorio natural
El espacio marino del archipiélago es uno de los ecosistemas más ricos del país, y aquí es posible encontrar el 80% de la nidificación del Pinguino de Humboldt además de varias especies marinas, lobos de mar, chungungos, delfines, orcas y grandes ballenas.
“El Archipiélago Humboldt es un laboratorio natural donde tenemos una oportunidad única para estudiar y proteger los mejores ejemplares del ecosistema de bosques submarinos y las zonas de alimentación de ballenas como la Azul, Fin o Jorobada en el sistema de surgencia costera de la corriente de Humboldt” explica Susannah Buchan, doctora en Oceanografía e investigadora asociada de la Universidad de Concepción y del centro de estudios CEAZA.
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Pero no solo eso destacan desde la fundación, sino que también incluyen factores culturales en su importancia, resaltando la existencia de “caletas ancestrales que aún son ocupadas por las comunidades locales, las que han desarrollado un creciente polo de ecoturismo”.