El ministro de Justicia, Jaime Campos, indicó durante la tarde de este miércoles que no entiende la polémica que rodea la designación como notario para San Fernando del exfiscal de O’Higgins, Luis Toledo, quien llevara adelante parte de las las pesquisas del Caso Caval, indagación en la cual el hijo de la presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, nunca fue formalizado.
No obstante, Toledo no había sido electo notario para esta zona, sino que en primer lugar lo fue el defensor regional de O’Higgins, Alberto Ortega, pero La Moneda retiró su nominación ante la Contraloría el viernes, tras lo cual “recomendó” al expersecutor de la sexta región.
El titular de la cartera aseguró que la terna, que fue presentada por una Corte de Apelaciones y enviada al ministerio que lidera para que el Gobierno, a través de la misma instancia, eligiera a un candidato, tenía tres opciones “estupendas”.
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“Los tres eran estupendos candidatos”, dijo Campos, añadiendo que cumplían con todas las condiciones para ser notarios en San Fernando. Toledo fue electo, aseguró, porque es chileno, tiene más de 21 años y es abogado. “¿Entonces, cuál es el problema?”, inquirió el secretario de Estado. “No sé, explícame. Todavía no entiendo cuál es la polémica”.
En esa línea, y debido a las presuntas presiones que habría ejercido La Moneda para concretar su nombramiento, Campos indicó que los procesos penales contra Dávalos y su esposa, Natalia Compagnon, siguen sus caminos, motivo por el cual no se está pagando ningún favor político.
“¿Qué favor? (…). Estarían pagando favores por servicios no prestados porque, hasta donde yo sé, los juicios contra el señor Dávalos y la señora Compagnon no han terminado, entonces no tiene nada que ver con eso”, disparó.
Según aseguró el ministro, Toledo trabaja hace dos años en la Fiscalía Nacional. En el pasado, efectivamente, fue fiscal regional de Rancagua y que todas las reacciones negativas a su nombramiento son un “cuento inventado” para sustentar la hipótesis del favor político.
En esa línea, Campos indicó que los otros dos candidatos en la terna también habrían causado una batahola de haber sido electos.
El primero que mencionó fue “una señora de apellido Chadwick”. “Parece que es un apellido conocido aquí en Chile”, dijo. Ante ello, acusó que de haber decidido por ella, las críticas habrían dado como razón el querer “congraciarse” con el próximo titular de Interior, Andrés Chadwick, primo del presidente electo, Sebastián Piñera.
El otro integrante de la lista, sostuvo el ministro, era Ortega, quien trabaja en la Defensoría: entidad que es parte y depende de la cartera de Gobierno que él lidera.
“Otro desubicado habría dicho que yo estaba favoreciendo a los funcionarios del Ministerio de Justicia que están bajo mi dependencia”, sentenció.
Debido a lo anterior, el secretario de Estado negó tomar en cuenta los dichos de otros agentes a la hora de tomar decisiones. “Yo no voy a dejar de nombrar a alguien porque lo dice un periodista o lo dicen las redes sociales”, respondió Campos.
Finalmente, ante tanta molestia, Campos aseveró no conocer a ninguno de los candidatos que le fueron presentados y que tras cada lista que él termina decidiendo “siempre quedan algunos contentos y otros quedan enojados”.