Después de estar nueve días en su domicilio, bajo la medida cautelar de arresto total y vigilancia policial, Rafael Garay retonará a la cárcel. Ayer el ingeniero fue trasladado por Carabineros hasta la Cuarta Comisaría de Santiago y hoy pasará a control de detención.
La decisión de retornar a prisión preventiva se tomó considerando el inminente peligro de fuga, principal argumento de la fiscalía centro norte, la octava sala de la Corte de Apelaciones de Santiago reenvió a la cárcel al imputado por estafa reiterada Rafael Garay.
El fallo dejó sin efecto la rebaja de precautorias autorizada la semana pasada por el Tercer Juzgado de Garantía de Santiago que acogió la solicitud de la defensa, considerando -en su análisis de fallo- que es posible que finalmente cumpla en libertad una eventual condena en esta caso.
Dando cumplimiento a la orden de detención de la Corte de Apelaciones de Santiago, Carabineros trasladó ayer al requerido hasta la Cuarta Comisaría de Santiago a la espera de entrar a cumplir con la máxima cautelar.
El fiscal Centro Norte, José Morales, expuso ante los sentenciadores del tribunal de segunda instancia que era evidente el peligro de fuga ya que el arresto domiciliario lo cumplió el imputado bajo la custodia de un carabinero que permanecía las 24 horas del día en su domicilio en el centro de Santiago.
Alegó además que el ingeniero comercial se expone a penas de cumplimiento efectivo. Incluso, alista la presentación de su acusación para la próxima semana, fecha en que va a requerir de cinco a 10 años y un día de cárcel en contra Garay quien debe esperar en prisión preventiva el fallo.
El querellante y exfiscal nacional, Sabas Chahuán, dijo que era importante el retorno del imputado a la cárcel porque ya fue extraditado una vez desde Rumania en marzo, fecha de su formalización.
Esto, dijo, era una clara señal de su intención de no enfrentar a la justicia ni resarcir a las víctimas de una estafa de casi $2 mil millones.
Por su parte, la defensa esperaba que la Corte de Apelaciones de Santiago ratificara la libertad de Rafael Garay para dar curso a un tratamiento siquiátrico por alcoholismo. Incluso, estaba dispuesto a implantarse un pellet de ser necesario.
También deja sin efecto las intenciones de Garay de trabajar como ingeniero comercial, lo cual esperaba cumplir desde su domicilio a la espera del juicio oral en su contra los próximos meses.