Las enfermedades mentales de origen laboral representan 50 mil días de trabajo perdidos al año, según cifras del Ministerio de Salud.
Entre los años 2002 y 2012, estas patologías aumentaron en un 700% y se estima que inciden negativamente en la salud de los ocho millones de trabajadores que componen la fuerza laboral nacional.
La ministra del ramo, Carmen Castillo, explicó que los factores psicosociales que impactan en la calidad de vida de los trabajadores van desde el tiempo de traslado -muchas veces de entre una a tres horas-, los bajos salarios, falta de descanso y recarga de tareas.
Agregó que el plan de salud mental que presentó la actual administración, permitirá avanzar en esta materia, sin embargo, afirmó que será tarea del próximo Gobierno impulsar políticas para revertir las cifras negativas.
En 2016 se presentaron 41.527 denuncias de enfermedades profesionales. De ellas, 7.232 fueron calificadas como enfermedades de origen laboral.
Las licencias tramitadas por mujeres casi duplican a las presentadas por los hombres.
El superintendente de Seguridad Social, Claudio Reyes, afirmó que se está solicitando al Ministerio de Hacienda que aumente los recursos para enfrentar este tipo de enfermedades.
Desde el Colegio de Psicólogos, su presidenta, Alejandra Melus, afirmó que los Gobiernos no han tomado en serio el impacto que estas patologías tienen en la población.
En 2013, el Ministerio de Salud oficializó el Protocolo de Vigilancia de Riesgos Psicosociales en el Trabajo, con el que se busca generar buenas prácticas para avanzar en proteger la salud mental de las personas en sus entornos laborales.