El tratamiento que ha mantenido el Gobierno respecto al conflicto en La Araucanía dio pie para que los roces al interior del oficialismo se incrementen, agudizando la enemistad entre la Democracia Cristiana y el Partido Comunista, lo que se vio reflejado en los últimos días.
El secretario general de la Democracia Cristiana, Gonzalo Duarte, lejos de enfriar la polémica que protagonizaron en las últimas jornadas la senadora falangista, Carolina Goic, y el timonel comunista Guillermo Teillier, sumó más leña al fuego limitando la convivencia a acuerdos puntuales.
El dirigente DC señaló que su partido no puede volver a cometer errores pasados, en referencia a la tensa relación que ha sostenido a lo largo del actual mandato por acusaciones cruzadas con el PC, respecto a quien tiene mayor injerencia y compromiso con el Gobierno.
Duarte recalcó que la Nueva Mayoría jamás existió como coalición, sino que sólo se limitó a un pacto político de gobernabilidad.
No obstante, el diputado comunista Hugo Gutiérrez enfatizó que su partido no es responsable del manejo político del Gobierno y que, al contrario, se han mantenido leales a sus decisiones.
Los paños fríos llegaron desde el Partido Radical y el PPD, cuyos presidentes -Ernesto Velasco y Gonzalo Navarrete- señalaron que no es momento de controversias, destacando que la distancia que separa a ambas candidaturas presidenciales no es insalvable y que una alianza de centro izquierda como la Nueva Mayoría puede continuar.
Aún resta para que las partes se vuelvan a acercar y retomen el diálogo respecto a un eventual acuerdo de apoyo en el balotaje, para lo cual aún se debe esperar al menos seis semanas, cuando se conozcan los resultados de la primera vuelta, que se realizará el 19 de noviembre.