Ingeniero civil, evangélico, militante de Renovación Nacional, director de la Sociedad Bíblica y acérrimo defensor del Gobierno de Sebastián Piñera. Es parte del perfil de Eduardo Durán Salinas, hijo del pastor gobernante, Eduardo Durán Castro, y responsable de un discurso que despertó tantas críticas como aplausos por su dureza contra la presidenta Michelle Bachelet, que lo miraba y escuchaba en primera fila durante el Te Deum evangélico.
Sin embargo, Durán Salinas no es un rostro nuevo en la política. Sus primeros pasos los dio en la región del Bio Bio, como candidato a diputado de Renovación Nacional, por el distrito 45 para las elecciones parlamentarias de 2009.
Para enfrentar dichos comicios, el religioso se trasladó con un grupo de sus colaboradores más cercanos a Lota y Coronel donde recibió la colaboración de la directiva local de su partido. No obstante ello, obtuvo un 8,81% de las preferencias, equivalentes a 10 mil votos. Muy lejos de los casi 30 mil y 38 mil sufragios que obtuvieron el UDI Sergio Bobadilla y la socialista Clemira Pacheco, respectivamente.
Gobernador desconocido
Si bien aquella elección le cerró las puertas del Congreso, no pasaría mucho tiempo hasta que recibiera un llamado del entonces subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, para hacerse cargo de lo que, para ese momento, era un fierro caliente: la Gobernación de la provincia de Ñuble, luego que Sebastián Piñera asumiera la presidencia.
El puesto llevaba más de 15 días vacante y la presión de las directivas ñublinas de los partidos de Gobierno por conocer quién ocuparía el cargo ya se hacía insostenible.
Durán aceptó la nominación, que fue calificada como una “decisión presidencial” y ese mismo día viajó a Chillán, acompañado de la misma comitiva que lo apoyó en Lota, y sin su familia, para asumir el cargo, situación que no estuvo exenta de polémica; en su primera entrevista con la prensa afirmó que no conocía la provincia, situación que le valió las críticas de la opinión pública y de su propio partido que esperaba la designación de una figura local.
Y es que la llegada de un pastor evangélico santiaguino a ocupar el cargo administrativo más importante de Ñuble, no fue visto con buenos ojos por las directivas locales de la UDI y Renovación Nacional que marcaron distancia con Durán.
Polémico furgón
Cuando ya había sorteado, no sin dificultades, su primer año como gobernador provincial, Eduardo Durán levantó las alertas de su partido y de la oposición al sacar a la calle un furgón con el logo de Gobierno y una imagen suya en la que se le veía escoltado por niños.
Dicha acción fue interpretada como el inicio de una campaña legislativa por Ñuble, por parte de las cúpulas políticas que, transversalmente, criticaron el polémico furgón que tampoco formaba parte del inventario de la repartición pública, sino que, fue explicado como una colaboración de la Iglesia Evangélica a la repartición que encabezaba Durán.
Vuelta al mundo privado
Anticipando la derrota del Gobierno en las elecciones y la imposibilidad de desbancar al incumbente de RN, Rosauro Martínez en los comicios, Durán movió sus fichas para volver al mundo privado a través de sus empresas AlfaOmega Constructora, AlfaOmega Inmobiliaria y Embotelladora Southern Waters Ltda.
Asimismo, al salir del cargo retornó a Santiago donde creo la fundación Causa Común, a través de la que comenzó a realizar un trabajo político preelectoral para posicionar su nombre en el distrito 13 de la Región Metropolitana donde, recurriendo a su cercanía con el expresidente Sebastián Piñera y su tribuna como representante de la Iglesia Evangélica, ha consolidado su nombre y sus planteamientos.
Disputa con la presidenta
En conversación con el programa Podría Ser Peor de Radio Bío Bío, Eduardo Durán descartó que la tribuna que tuvo en el Te Deum obedezca a su parentesco, sino a “los cartones” y cargos que ostenta como representante de distintas organizaciones cristianas.
Asimismo, descartó que su polémico mensaje hubiese buscado “incomodar o indisponer a la presidenta”, rechazando además a quienes profirieron insultos a la mandataria durante su estadía en la catedral evangélica.
Sin embargo, en declaraciones entregadas a través de un comunicado, el ingeniero reafirmó que “lo expuesto en el Tedeum no es ajeno al sentir de los millones de chilenos que tienen una opción valórica fundada en el cristianismo. En nuestra opinión, existe un nítido alejamiento del mundo cristiano y el actual gobierno”.