Tras las intensas lluvias que afectaron a la zona norte del país y una vez comenzado el período de remoción de sedimentos y el restablecimiento paulatino de los suministros básicos en las zonas devastadas, la tarea de las autoridades ahora se aboca a evitar un colapso en materia sanitaria.
Por ejemplo, de forma paulatina regresó el suministro de agua potable en los sectores más afectados por el sistema frontal. Ante esto el llamado de la autoridad sanitaria es a no consumirla sin antes hervirla al menos 5 minutos, además de aplicar constantemente higienización profunda en las manos y alimentos previo a su consumo.
Lo anterior, debido a que la mayor preocupación en días posteriores a este tipo de eventos naturales, es la proliferación de enfermedades, en su mayoría gastrointestinales y respiratorias.
El subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, aseguró que el Hospital de Chañaral debería estar operativo a más tardar el día miércoles y que el Cesfam de Tierra Amarilla, continúa funcionando de manera normal.
Además, aseguró que los procesos de vacunación que se han realizado durante los últimos años, han sido un éxito, por lo que la ciudadanía debe mantener la tranquilidad.
En tanto, Magali Pacheco, vicepresidenta del Colegio Médico, indicó en conversación con La Radio, que sería beneficioso que se decretara emergencia sanitaria, para que el Gobierno destine una mayor cantidad de recursos para las zonas más devastadas.
Los grupos de riesgo son aquellas personas que padecen diabetes, hipertensión, cáncer o son portadores del VIH. En general, pacientes de alto riesgo, pacientes con enfermedades crónicas, adultos mayores, niños y embarazadas.