La presidenta Michelle Bachelet propondrá un veto aditivo al Congreso para resolver el reajuste del sector público e insistirá en el 3,2%.
A través de un oficio leído en el inicio de la sesión este jueves por el secretario Miguel Landeros, la mandataria le comunicó a la Cámara de Diputados que renunciaba a la facultad de insistencia.
Ésta es una posibilidad que contempla el artículo 71 de la Constitución. El veto, en tanto, significa que al proyecto rechazado se le agregará un artículo donde se propondrá un cambio en los bonos, pero habría que mantener el guarismo del 3,2%.
Es así como el Gobierno se resiste a perder la partida en el Congreso Nacional, tras el estrepitoso fracaso de la propuesta de reajuste, que ayer miércoles fue rechazada en una votación histórica en la Cámara, con 0 votos a favor, 97 en contra y 12 abstenciones.
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El rechazo fue ratificado en una comisión mixta donde no prosperó el acuerdo ni la posibilidad que planteaba el ministro Rodrigo Valdés en torno a cambiar las condiciones para los bonos de fin de conflicto.
El diputado socialista, Juan Luis Castro, adelantó que un 3,2% es repetir el escenario de fracaso del presupuesto de reajuste fiscal, porque no tiene respaldo en la cámara.
Fuad Chahín, de la DC, aseguró que es necesario hacer una gradualidad sobre la entrega de bonos. Bajo esa fórmula, ellos estarían dispuestos a aprobar el veto pese a que venga con un 3,2% de guarismo como reajuste.
Desde la oposición, Germán Becker (RN) dice que se requiere que el Gobierno se ordene sobre cómo se tramitará el veto.
El veto es la ultima opción -desde el punto de vista legislativo- que tiene el Gobierno para sostener el 3,2%. Si las dos cámaras aprueban el veto, el reajuste saldrá en los términos del Ejecutivo, pero si éste es rechazado, se vuelve al proyecto original que fue despachado por la cámara con 0% de reajuste.