Como una medida para mitigar el consumo problemático de alcohol, el Gobierno -a través del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda)- estudia la fijación de 60 medidas que incluirían una restricción a los happy hours y barras libres.
Según consignó el diario La Tercera, el denominado Plan de Acción 2016-2020 es consecuente con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y fue desarrollado conjuntamente con el Ministerio de Salud.
Las 60 medidas están incluidas en seis ejes de acción y su presentación oficial será durante la presente jornada en el Seminario Políticas Públicas en Alcohol del Senda.
Plan de acción
Como medida para supervisar el consumo de alcohol durante los denominados happy hours y las barras libres -muy populares en eventos nocturnos- el Senda plantea establecer “un precio mínimo al alcohol, ya que la última reforma tributaria tuvo por fin recaudar dinero, pero no atacar el fondo del problema”.
Al respecto, el director del Senda, Mariano Montenegro, explicó que los happy hours son un fomento de la ingesta de alcohol a bajo precio, “donde puedes tener un consumo desmedido, exactamente lo contrario a lo que necesita el país (…). Es parte de lo que hay que debatir sobre las restricciones, porque no ayudan a la salud pública”.
Asimismo, las medidas consideran la fiscalización de locales clandestinos y la participación de las juntas vecinales en la renovación de patentes, con el objetivo de no vulnerar lo que establece la Ley 19.925 (una patente de alcoholes por cada 600 personas).
También se espera que de aquí a 2020 el país cuente con una Ley de Marketing, para proteger a los menores de edad de la publicidad específica, ya que estudios evidencian que el consumo de alcohol en Chile comienza a los 12 años.
Sobre las posibles críticas que lo anterior podría generar, el director del Senda fue tajante: “El que toma lo que quiere y toma mucho, después quiere ayuda del Estado para rehabilitarse cuando está muy complicado. Siempre este fenómeno tiene un impacto social, no hay que mirarlo como ‘yo hago con mi vida lo que me plazca’”.
Por último, subrayó a La Tercera que se trata de un problema colectivo que hay que enfrentar como país.