La diputada comunista Camila Vallejo, llegó a las lágrimas en su discurso tras la interpelación a la ministra Javiera Blanco.
Mientras enumeraba los problemas del Servicio Nacional de Menores, debió interrumpir su intervención al verse notoriamente afectada por la situación de los niños internados.
“Esto a mi me afecta porque estuve en algunos centros y efectivamente se ve precariedad, malas condiciones laborales. Los niños tienen ataques permanentemente, no hay capacidad ni de los centros ni de los trabajadores de atender eso”, dijo debiendo detener su intervención.
“Aquí todos tenemos niños y niñas y la verdad es que duele mucho ver cómo caemos en pequeñeces. Cómo algunos se levantan defendiendo intereses particulares, porque aquí hay un negocio tremendo. El Estado delegó su responsabilidad en privados”, continuó.
“Le pido a la ministra y al Congreso: dejémonos de payasadas, por favor. Un poco más de moral, un poco más de ética”, finalizó.
En reacción a las palabras de Vallejo, el diputado Nicolás Monckeberg (RN), sostuvo que “las lágrimas que hoy verdaderamente duelen no están en este Congreso, están en los niños. En las familias de los niños”.