Todas soñamos con tener una piel de porcelana, que el maquillaje quede perfecto o que te levantes y tu rostro se vea fresco y saludable, sin embargo, el tamaño de nuestros poros, muchas veces nos juega en contra y sentimos que nuestra cara se ve opaca y sin gracia.
La mala noticia es que el tamaño de tus poros está definido genéticamente, asegura Joshua Zeichner, director de investigación cosmética y clínica en dermatología en el Mount Sinai Hospital de Nueva York, para el portal Allure, por lo que si son muy grandes, dificilmente lograrás borrarlos con un primer (difuminador) de rostro.
Pero existe un lado bueno, gracias a las nuevas tecnologías y descubrimientos científicos, los dermatólogos han comprobado que existen formas de achicar tus poros temporalmente.
Muchos de estos trucos, recopilados por Allure y la revista femenina womens health son tan simples y efectivos, que te acostumbrarás a practicarlos a diario para lucir una piel increíble.
Mantener la piel limpia: La dermatóloga de Nueva York, Karen Hammerman, asegura que la clave es limpiar tu rostro durante la noche, para quitar todo el maquillaje y la suciedad que atrapamos durante el día y también lavar tu cara con agua tibia en la mañana, puesto que durante la noche sudamos y esas partículas de transpiración quedan adheridas a tu maquillaje.
Utilizar productos a base de cafeína: Este componente ayuda a apretar los poros, por lo que muchas marcas lo están agregando en sus cremas y exfoliantes, explica Kavita Mariwella, dermatóloga en West Islip, Nueva York.
Exfoliar periódicamente: “Recomiendo exfoliar tu piel dos o tres veces a la semana para deshacerse de las células muertas, que de otro modo obstruyen los poros. Una máscara exfoliante que contenga ácidos glicólico y salicílico funciona muy bien”, expresa Whitney Bowe, dermatóloga de la ciudad de Nueva York. Para esto es muy práctico usar un cepillo exfoliante, porque le da más profundidad a la limpieza.
Usar tónico después de limpiar: Según el portal Actitudfem, el tóner cumple una función esencial en la rutina de cuidado de la piel, ya que da balance a los niveles de pH, remueve el exceso de grasa, unifica el tono de la piel, reduce el tamaño de los poros y el enrojecimiento. Esto lo puedes hacer también pasando un hielo por toda tu cara.
Aplicar protector solar: Sabemos lo dañino que es el sol, por lo que el bloqueador debe estar en tu cosmetiquero (aunque esté nublado o llueva). Además, la dermatóloga Rachel Nazarian comenta que “con la edad y la exposición al sol acumulada, la luz ultravioleta puede degradar la elastina y el colágeno en la piel, lo que perjudica la capacidad de los poros para permanecer bien cerrados y en su lugar causa laxitud en ellos causando ampliación.”
Baños de vapor: Cecilia Wong, estética y propietaria de Cecilia Wong Skincare, sugiere abrir los poros y eliminar los residuos, el aceite y otras impurezas con un vapor a base de hierbas. Para lograrlo, puedes poner agua caliente en un plato hondo con lavanda, albahaca, romero y petalos de rosa, y luego cubrir tu cabeza con una toalla para que el vapor se concentre en tu cara por 10 a 15 minutos. Esto ayuda a limpiar los poros en profundidad.
Tratamientos dermatológicos: Si sientes que nada de lo que haces te resulta, prueba con tratamientos hechos por profesionales. Maria Rianna, esteticista principal en el White Tea Med Spa en la ciudad de Nueva York, recomienda la microdermoabración, procedimiento que funciona raspando por fuera de la capa más externa de la piel, quitando las espinillas y usando la succión para quitar eficazmente la suciedad restante y el aceite endurecido de los poros.
Es importante recordar que una dieta adecuada es fundamental para la conservación de la piel, ya que es la más afectada cuando la alimentación es inapropiada o insuficiente, según indica el portal Zonadiet.