Cada día recibimos mas explosiones de información sobre cómo conseguir un orgasmo perfecto, en menos tiempo, más duradero y simultáneo con tu pareja.
Nos incitan a leer todos los tips para conseguirlos y cuando no lo logramos, nos deprimimos y pensamos que somos frígidas.
Es increíble con el sufrimiento y angustia que llegan muchas mujeres a mi consulta diciendo que son anorgásmicas, que no sienten nada y que su pareja les pidió que vinieran a resolver su problema.
Algunas mujeres han llegado a pensar que son lesbianas, pues no logran tener un orgasmo “normal”, refiriéndose a la penetración vaginal.
Durante el interrogatorio inicial, logro dilucidar que son muy pocas las mujeres que se han atrevido a mirar sus genitales y mucho menos aún las que se han explorado o masturbado.
Cuando les pregunto si lo han hecho me miran con cara muy avergonzada y algunas me dicen “sí, pero sólo por fuera y nunca me he mirado porque encuentro que mis genitales son asquerosos”.
La triste realidad es que la pareja no tiene mucha experiencia y sus conocimientos en el área de la sexualidad los han adquirido mirando material pornográfico.
Y ella, por su parte, ha tenido una educación bastante restrictiva y castigadora con respecto al placer.
Con esta combinación de pensamientos y convicciones, la mayoría de las parejas tiene un esquema que quiere conseguir, el cual consiste en que el hombre logre durar mucho tiempo con la penetración hasta que ella pueda alcanzar un orgasmo.
Esta dinámica se repite una y otra vez y se transforma en una frustrada carrera por conseguir lo imposible para muchas: Un orgasmo vaginal.
Hombres y mujeres se deprimen por su mal desempeño y se animan a consultar para saber cómo solucionar este grave problema de anorgasmia.
Después de escucharlos les explico que sólo el tercio externo de la vagina tiene un poco de sensibilidad y que el clítoris es la estructura con mayor cantidad de terminaciones nerviosas relacionadas con el placer que existe en el cuerpo.
Por lo tanto, si no hay estimulación en el clítoris, será muy difícil de conseguir un orgasmo.
Entonces me miran con cara muy sorprendida y me dicen “yo si logro tener orgasmo de esa forma, pero no con penetración y pensaba que yo era frígida por no poder conseguirlo”.
Las mujeres deben responsabilizarse de sus propios orgasmos, aprender a conocerse y saber qué forma y cómo les gusta ser estimuladas.
Debieran empoderarse de la forma de sentir placer y atreverse a enseñarle y comunicarle a sus parejas sobre sus preferencias.
No existen recetas estrictas para conseguir un orgasmo, cada persona y pareja es diferente y debemos ser capaces de respetar los gustos de cada uno y entender que el orgasmo no es la gran meta a conseguir en todos los encuentros íntimos, sino la calidad, complicidad y la satisfacción del momento vivido.
Odette Freundlich
Directora de Centro Miintimidad
Kinesióloga especialista en disfunciones del suelo pelviano y sexualidad
contacto@miintimidad.cl