Un tribunal francés dio la razón a Uber frente a uno de sus conductores que reclamaba ser reconocido como asalariado de las compañía de transporte y recibir las indemnizaciones correspondientes, según una sentencia consultada por la AFP.
La decisión de un tribunal laboral de París, que considera que Uber actúa únicamente como intermediario, choca con una decisión reciente de la justicia europea, que en diciembre determinó que es un servicio de transporte, al que se le pueden exigir las mismas licencias y autorizaciones que a los taxis.
El demandante, un conductor que trabajó con Uber hasta 2016 tras haber hecho más de 4.000 trayectos en menos de dos años, pedía que el acuerdo comercial con la compañía fuese considerado como un contrato de trabajo.
En particular reclamaba indemnizaciones por vacaciones, despido, trabajo disimulado así como el reemboloso de gastos profesionales.
Pero en la sentencia, dictada el 29 de enero, el tribunal consideró que los conductores de Uber tienen libertad para rechazar un trayecto y trabajar las horas que quieren.
Uber considera que sus conductores cobran por trayecto y la empresa asegura que son trabajadores independientes que eligen ellos mismos sus horarios y su lugar de trabajo.
La compañía, que trabaja en más de 70 países, se ha enfrentado a las autoridades de varios de ellos, como Francia, donde tuvo que pagar varias multas.
En Reino Unido, el tribunal laboral de Londres decidió en noviembre que Uber tiene que pagar a sus conductores un sueldo mínimo y concederles vacaciones pagadas.