Al menos cinco personas murieron este sábado tras la explosión de un tren que transportaba cisternas de gas en la estación de Hitrino, en el noreste de Bulgaria, anunció la defensa civil.
“Cuatro muertos fueron identificados” pero “habrá más. Veinticinco personas resultaron heridas y los bomberos buscan sobrevivientes bajo los escombros”, anunció el jefe de la defensa civil Nikolay Nikolov.
La explosión se produjo a las 5H37 locales (3H37 GMT) en la estación de Hitrino, a 109 km de Varna, principal puerto búlgaro en el Mar Negro.
El tren transportaba 20 cisternas de gas propileno y cuatro de gas butano de un peso total de 200 toneladas, que llevaba a Roussé en el Danubio.
Siete vagones cisterna descarrilaron a la entrada de la estación al engancharse una de ellos a un cable de alta tensión, según la defensa civil. El conductor, que sobrevivió al accidente, estaba siendo interrogado por los investigadores.
Una quinta persona fallecía poco después a causa de sus heridas en el hospital regional de Choumen, anunció el director del centro, Atanas Atanassov, añadiendo que tres personas con heridas graves iban a ser trasladadas a un hospital especializado en Varna.
“Habrá más de cinco víctimas. Algunos heridos presentan quemaduras en más del 90% del cuerpo“, declaró el primer ministro dimisionario Boiko Borissov, quien llamó a los habitantes de la región a donar sangre en el hospital de Choumen.
Rescate y evacuación
Más de un centenar de bomberos y 40 socorristas participaban en las tareas de búsqueda, según las autoridades.
Cheradin Ahmed, cuya esposa, gravemente herida, trabajaba en la panadería de Hitrino, se indignaba por la reacción de los bomberos, “demasiado lenta”. “¿Quién me va a devolver a mi mujer?”, lamentaba entre lágrimas ante las cámaras de la televisión Nova.
Parte de los 800 habitantes de Hitrino fueron evacuados de la ciudad como medida de prevención, si bien la inspección regional del Medio Ambiente afirmaba el sábado a mediodía que el aire no estaba contaminado por encima de los niveles habituales porque el viento había disipado los gases.
Algunos de los residentes de la localidad temían quedarse sin empleo tras la destrucción de la estación de tren y de los edificios administrativos adyacentes. Una veintena de viviendas también quedaron destruidas por la deflagración.
La obsoleta red ferroviaria búlgara, en permanente necesidad de financiación, con frecuencia sufre robos de material que provocan descarrilamientos de trenes de mercancías, hasta la fecha sin víctimas.
El pasado 23 de enero los ocho vagones de uno de estos trenes descarriló al entrar a gran velocidad en la estación de Dupnitsa (suroeste), y entre 2014 y 2015 se produjeron una decena de accidentes de este tipo.