La canciller alemana, Angela Merkel, rechazó “con firmeza” este jueves los llamados para cambiar la política de acogida tras los ataques de los últimos días cometidos por refugiados.
Los yihadistas “quieren cuestionar nuestra disposición para acoger a la gente que sufre. Lo rechazamos con firmeza“, señaló la líder conservadora en una rueda de prensa en Berlín.
Estoy convencida de que lograremos llevar a buen puerto esta prueba histórica en estos tiempos de globalización, declaró la canciller, cuyo país abrió sus puertas el año pasado a centenares de miles de refugiados que huían de la guerra o la miseria.
Merkel reconoció que los atentados provocaban “una gran inseguridad” en la opinión pública.”La gente tiene miedo, no podemos cuestionar eso”.
Sin embargo, en respuesta a aquellos que solicitan un cambio en su política de inmigración, la canciller señaló que “el miedo no puede servir de fundamento para la acción política”.
“Un país como Alemania no puede renunciar a su responsabilidad humanitaria, sino que, al contrario, debe asumirla”, recalcó la mandataria.
Por otro lado, la canciller anunció algunas medidas para facilitar la expulsión de refugiados a quienes se les haya rechazado el asilo o que infrinjan la ley y para detectar mejor la radicalización islamista entre los solicitantes de ingreso.
Además, Merkel evocó la posibilidad de que el ejército alemán intervenga para mantener la seguridad interior en el caso de que se produzcan grandes atentados, algo que de momento no ha ocurrido.
Es importante señalar que más de 1 millón de solicitantes de asilo llegaron a Alemania el año pasado, causando gran conmoción en la sociedad e importantes desafíos logísticos.
Dos atentados cometidos en Baviera (sur) en julio y reivindicados por los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) provocaron críticas contra la política de acogida de la canciller.