Corea del Norte lanzó un misil balístico la madrugada del miércoles, el primero desde hace dos meses, en una nueva provocación a la comunidad internacional que había reforzado las sanciones contra Pyongyang.
El misil, del que se desconoce por el momento de qué tipo es, fue lanzado hacia el este, desde la provincia Pyongan del sur, informó la agencia de prensa surcoreana Yonhap, precisando que los militares surcoreanos y estadounidenses estaban analizando los datos.
“Hacia las 13:30 (15:30 de Chile) hemos detectado un probable disparo de misil proveniente de Corea del Norte”, confirmó en Washington el portavoz del Pentágono, el coronel Rob Manning.
El presidente estadounidense Donald Trump estaba visitando el Congreso en el momento del lanzamiento y “fue informado sobre la situación en Corea del Norte mientras el misil aún estaba en el aire”, explicó su portavoz, Sarah Sanders.
Se trata del primer ensayo en dos meses, y ocho días después de que Washington volviera a colocar a Corea de Norte en la lista de países patrocinadores del terrorismo, un gesto que Pyongyang calificó de una grave provocación.
Horas antes, el ministro surcoreano de Unificación había informado sobre la detección de una actividad inusual en Corea del Norte. Un radar de rastreo de misiles fue instalado el lunes en una base norcoreana no identificada y el tráfico de telecomunicaciones aumentó, según una fuente gubernamental citada por Yonhap.
‘Disparo de precisión’
“Es cierto que fueron detectados movimientos activos en una base de misiles norcoreana”, dijo esta fuente. “Señales como los localizados el lunes fueron detectados con frecuencia”.
El gobierno japonés también se encontraba en estado de alerta tras haber detectado señales de radio que dejaban presagiar un posible disparo de misil, según la agencia japonesa Kyodo. El temor a un nuevo lanzamiento generó preocupación en los mercados y cayó la bolsa de Tokio.
Como reacción al disparo, Corea del Sur efectuó a su vez “un disparo de precisión” de un misil, informó Yonhap citando el Estado Mayor surcoreano.
Este nuevo lanzamiento de un misil balístico norcoreano ocurre tras dos meses sin disparos. El 3 de septiembre, Corea del Norte efectuó su sexto ensayo nuclear, el más potente hasta la fecha. Según Pyongyang, se trataba de una bomba de hidrógeno capaz de ser montada en sus misiles de largo alcance.
El 15 de septiembre, menos de una semana después de que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptara nuevas sanciones contra el régimen norcoreano, Pyongyang disparó un misil balístico que sobrevoló Japón, a unos 3.700 km al este de su punto de partida, según Seúl.
La ausencia de lanzamientos desde entonces había creado la expectativa de que el endurecimiento de las sanciones de la ONU daba sus frutos.
Y más teniendo en cuenta que Estados Unidos incitó al resto de la comunidad internacional a tomar medidas unilaterales.
Washington pide especialmente a China, principal apoyo económico de Pyongyang, que deje de respaldar a su vecino. Trump se mostró confiado sobre este aspecto tras su reciente visita a Pekín, pese al escepticismo de muchos observadores.
Estados Unidos espera que, cuando Kim Jong-Un esté totalmente aislado, sometido a un importante bloqueo económico y bajo las constantes amenazas militares del mandatario estadounidense, el líder norcoreano acabará aceptando negociar su programa nuclear.