El indultado expresidente del Perú, Alberto Fujimori, permanecerá aún hospitalizado en la unidad de cuidados intensivos de una clínica de Lima donde se recupera de una arritmia cardíaca y de una hipotensión.
“El alta (hospitalaria) dependerá de la evolución y, como consecuencia de ello se tomará una decisión”, aseguró su médico personal, Alejandro Aguinaga, quien descartó que Fujimori abandone en lo inmediato la clínica.
Alberto Fujimori, de 79 años, se halla desde el sábado en la clínica peruano-japonesa Centenario, a la que llegó en ambulancia desde la prisión que cumplía en una base policial al este de Lima.
“Sigue en cuidados intensivos, su evolución es favorable, pero aún son necesarias otras pruebas (médicas)”, resaltó a la AFP Aguinaga.
El congresista Kenji Fujimori, su hijo menor, difundió en las redes sociales un video junto a su padre en cuidados intensivos. En las imágenes resulta llamativo el rostro hinchado del expresidente.
Desde que llegó a la clínica, por baja presión arterial y arritmia, a Fujimori se le he hizo una tomografía cerebral y un ecocardio y tomografía cerebral, resumió el médico.
“El tiempo que se quedará no lo puedo decir, dependerá de la respuesta al tratamiento”, acotó Aguinaga.
Según el médico, Fujimori “tiene varias patologías degenerativas como una fibrilación auricular, es un problema que se va acentuando en el corazón”.
“Su estado de salud es delicado, que lo podría llevar a un paro cardíaco”, detalló en declaración a periodistas.
Fujimori acumula en su historia médica hasta seis operaciones a la lengua por una lesión cancerígena, hipertensión, y un leve accidente cerebro vascular (ACV).
En septiembre pasado había sido internado bajo un similar cuadro al de hoy.
Fujimori se benefició el domingo de un indulto humanitario y gracia presidencial que le otorgó el presidente Pedro Pablo Kuczynski.
El gobernante peruano basó su decisión en la recomendación de una junta médica oficial que evaluó a Fujimori el 11 de diciembre en la base policial de la Dirección de Operaciones Especiales, donde desde hace más de 10 años cumplía una condena de 25 años desde 2007.
El informe de la junta “ha determinado que el señor Fujimori padece de una enfermedad progresiva, degenerativa e incurable y que las condiciones carcelarias significan un grave riesgo a su vida, salud e integridad”, destacó la presidencia peruana el domingo tras anunciar el indulto.
La medida provocó muestras de apoyo a Fujimori, pero también de rechazo.
Decenas de manifestantes fujimoristas se aglomeraron el lunes frente a la clínica de Fujimori, mientras que colectivos antifujimoristas convocaron a iniciar en la tarde protestas pacíficas.
Fujimori, de origen japonés, gobernó de 1990 a 2000. Su gestión derivó en una autocracia tras un autgolpe de Estado en 1992.
El expresidente cumplía una condena de 25 años por delitos de lesa humanidad, como autor mediato de la muerte de 25 personas en dos operaciones antiterroristas en el marco de la guerra contra Sendero Luminoso.
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— Kenji Fujimori (@KenjiFujimoriH) December 25, 2017