Una joven de 17 años se suicidó el pasado 29 de julio, al quemarse a lo bonzo para denunciar que había sido violado por un grupo de 8 hombres en la ciudad de Ben Guerir en Marruecos.
Jadiya, como se llamaba la joven, estaba de paseo en Nzalet el Adam, una ciudad al norte de la nación africana, cuando el grupo de 8 hombres la agredió sexualmente, pero además de violarla, también grabaron el hecho.
Pese a que se inició un proceso judicial por el suceso y se arrestó a 8 sospechosos, uno de ellos amenazó con difundir el video de la violación, si no retiraba la demanda. Al mismo tiempo, la justicia otorgó libertad condicional a los involucrados, medida que se habría dado debido a “presiones de personas influyentes”, consigna El Mundo de España.
Frente a este suceso, y en forma de protesta, la joven decidió quitarse la vida quemándose a lo bonzo en pleno centro de Ben Guerir, pese a que fue llevada con vida al Hospital de Marrakech, murió dos días después producto de las heridas.
Luego de ser hospitalizada, se confirmó que la joven estaba embarazada. Tras el suicidio, se desarrolló un operativo policial donde se detuvo a 6 de los 8 sospechosos.
Suicidio como protesta
Aunque en estos casos, generalmente el protagonista es masculino, en 2012 otra joven realizó una protesta similar en Marruecos, se trató de Amina El Filali de 16 años, quien se quitó la vida consumiendo veneno para ratas, tras ser obligada a casarse con el hombre que la había violado.
Una protesta que tuvo repercusión mediática, pues en enero de 2014, Marruecos cambió su legislación y abolió la ley que permitía a los acusados de violación escapar de la cárcel si se casaban con la víctima.