Está demostrado que en personas que no tienen la preparación física adecuada o padecen alguna enfermedad cardíaca no diagnosticada, el esfuerzo físico excesivo tiene efectos que pueden ser nocivos para la salud.
Las ansias por estar en forma durante el verano provoca que mucha gente se sobreexija en las actividades deportivas o comience a hacer ejercicios más allá de su capacidad física, después de haber llevado todo un año un estilo de vida sedentario.
Según explica el Dr. Nicolás Bunster, cardiólogo de la Clínica Universidad de los Andes, realizar deporte sin haberlo practicado durante mucho tiempo puede resultar muy peligroso.
“Nadie está libre de tener un evento cardiovascular en el deporte. Y en la actividad física existe la paradoja en que el sedentarismo está relacionado con enfermedades cardiovasculares, pero por otra parte, el ejercicio físico también puede provocar graves eventos como la muerte súbita”, advierte el cardiólogo.
Para evitar estos riesgos, el Dr. Bunster indica que el chequeo previo a la práctica deportiva es fundamental. Este chequeo está indicado para todas las personas, independiente de sus factores de riesgo.
“Este examen debe incluir los antecedentes mórbidos personales y familiares. Por ejemplo, si la persona tiene un hermano, padre, mamá o cualquier familiar con un antecedente cardiovascular, incluso hasta cuatro generaciones anteriores. También se deben evaluar los síntomas del paciente, entre ellos, palpitaciones, dolor al pecho, si se cansa desproporcionadamente durante el ejercicio o si alguna vez se ha desmayado durante una actividad física”, enumera el profesional de la Clínica Universidad de los Andes.
Añade que a partir de los 35 años el principal evento adverso es la cardiopatía coronaria, por ello es fundamental el control de los factores de riesgo. El médico indica que el chequeo previo permitirá dar algunas alertas de ciertas patologías y determinar cuál es la actividad física apropiada, desde un punto de vista del volumen e intensidad, de acuerdo a cada organismo”, indica Bunster.
Escuchando las señales del corazón
Además del chequeo médico, la persona tiene un rol súper importante en determinar si corre o no un peligro mientras hace ejercicios, porque los síntomas aparecen de inmediato cuando existe una exigencia física que supera la capacidad del organismo. Las señales de alerta clásicas son: palpitaciones excesivas, dolor al pecho y sensación de desmayo o pérdida de conciencia durante un entrenamiento.
Respecto de las consecuencias, si bien el evento adverso más grave puede ser la muerte súbita, también se pueden provocar modificaciones de la respuesta cardiovascular fisiológica y patológica del corazón.
“En algunos pacientes hemos visto un corazón que creció o se engrosó de forma exagerada. También en estos casos es común que aparezcan arritmias”, señala el Dr. Bunster.
Por último el cardiólogo de la Clínica Universidad de los Andes destaca un aspecto fundamental, y que es el sentido común.
“Todo debe ser gradual y si alguien comienza a subir montañas, no puede pretender subir el Cerro El Plomo a la semana siguiente”, advierte.