Históricamente son varias las series que han sido canceladas súbitamente y sin previo aviso. Lo lamentable es que estas decisiones con poca explicación concluyente afectan directamente a los consumidores de las mismas cuando no se tiene un cierre pertinente.
Recientemente se anunció que la serie Dragon Ball Súper llegaría su final en marzo de este año. Pese a que hay indicios de que el anime continuará en 2019, este abrupto hecho ha dejado varias interrogantes entre los cibernautas.
Lo cierto es que hay distintos motivos por las cuales una serie puede ser cancelada y, lamentablemente, cuando esto ocurre sin que la producción tenga un cierre apropiado los fanáticos quedan con una sensación de vacío e incertidumbre que daña la percepción del trabajo realizado.
Es por esto que el especialista en adaptaciones cinematográficas de Main Comunicación y co-fundador del proyecto Animefilos, Ignacio Sarroca, describe varias razones por las cuales una serie puede ser cancelada.
1. Poco éxito
Es muy evidente, pero una serie o programa sin audiencia no reporta ganancias.
“El problema es que hoy en día es muy difícil predecir el éxito que tendrá una serie. Si el fanático no la consume a través de las plataformas por las cuales es emitida oficialmente y prefiere el uso de otras alternativas gratuitas, esto podría arriesgar la sintonía y eso podría traducirse en la cancelación. Un buen precedente de este fenómeno es la serie Naruto Shippuden cuyo doblaje en audio latino fue discontinuo a causa de su baja audiencia”, destaca Ignacio.
2. Por fracasos de merchandising
La serie Saint Seiya Omega no tuvo un buen recibimiento a nivel mundial, pero estuvo en el top 100 de animes más vistos en Japón lo que es considerado una buena posición en cuanto a ingresos por rating. Sin embargo, la razón principal de la cancelación de la misma se debió a la baja venta de figuras de acción que tradicionalmente era un ingreso insignia para la marca Saint Seiya.
4. Problema legales
Esto habla de problemas de derechos de autor o de licencia temporal vencida.
“Lost Canvas que tuvo una aceptación excelente pese a ser OVA. Por desgracia los derechos de Saint Seiya y Lost Canvas los tiene el mangaka Kurumada y este rompió lazos con TMS para unirse con Toei Animation. Así la serie quedó en el aire”, explica Sarroca.
4. Falta de Presupuesto
Un anime medio de 15 episodios cuesta en su totalidad alrededor de 135 millones de yenes (cerca de 750 millones de pesos chilenos).
Un problema real de la industria del anime japonés es que debido al coste de la producción de los animes y la poca rentabilidad de las obras los estudios de animación muchas veces tienen animadores freelance en vez de asalariados.
“Esto es bien de fondo, y se escapa del tema, pero para cuadrar sus presupuestos los animadores se encuentran inmersos en varios proyectos simultáneos y siempre trabajando con las entregas al límite. Eso afecta la calidad de los estudios más pequeños. Así es muy difícil crecer cuando los estudios grandes dan mejores beneficios a los profesionales reconocidos”, expone.
Cuando la historia se acaba
Eso no significa que una historia se acabe para siempre, pero sí es un cierre hasta que se construya una nueva continuación.
“Hay series que tienen un final excelente y que cierran el circulo de manera ejemplar, pero, como se trata de una industria con varios actores e intereses, hay otras que nos dejan con una sensación de incertidumbre y decepción. Acá ya entran en juego varios elementos que permiten la continuidad de una adaptación o anime”, agrega el fundador de Animefilos.