Village fue una tienda que durante los años 70, 80 y 90 deleitó al mercado chileno ofreciendo un stock de peluches, esquelas, tarjetas, calcomanías y recuerdos.
En su última década de oro, incluso, consiguió franquicias internacionales en Uruguay, Argentina, Ecuador y Bolivia. Sin embargo, sufrió un declive a partir del año 2000 y por falta de activos se declaró en quiebra en 2005, según archivos de prensa de la época.
La marca, en el último tiempo, se propuso reinventarse y proyectarse en la industria del regalo. Si bien ya no tienen tiendas a lo largo del país, revista Paula consignó que desde noviembre de 2017 tienen módulos como puntos de venta en tres centros comerciales de Santiago.
Los objetivos de la empresa son cautivar a un nuevo público objetivo, con el desafío que implica hacerlo en la era de Internet y las compras online. Por lo mismo, para este año planean tener una tienda virtual.
“El desafío más grande es lograr sintonizar con las nuevas generaciones, menores de 20 años, entendiendo que la marca aterriza en contextos y estilos de vida muy distintos que en los años 70″, explicó a la revista Carla García, subgerente de marketing de Village.
Actualmente, en sus tres puntos de venta, ofrece sus clásicos productos -esquelas, agendas, peluches, entre otros- e incorporó nuevas tendencias con el fin de reposicionarse en el mercado.