La deuda en los hogares chilenos alcanzó un récord histórico al finalizar el 2017, subiendo el stock hasta un 71,1%, según el Banco Central en su reporte de Cuentas Nacionales por Sector Institucional.
El registro representa un alza de 3,7 puntos porcentuales respecto al cierre de 2016, en un ejercicio que da cuenta del ratio deuda-ingreso, el que relaciona el total de pasivos en un determinado periodo con el flujo total de ingresos obtenidos en un año.
El incremento se explica tanto por el aumento de préstamos bancarios como por el menor dinamismo del ingreso. Así, el 37,4% de los compromisos financieros de los hogares corresponden a créditos bancarios para vivienda, seguido por créditos de consumo con un 18,2% y por créditos con otros intermediarios, como casas comerciales y cajas de compensación, entre otros; con un 15,5%.
A juicio del exgerente general de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras, Alejandro Alarcón, el deterioro de la posición de los hogares responde, principalmente, a la debilidad del ciclo económico en los últimos años.
Por su parte, las empresas no financieras presentaron un ratio de deuda como porcentaje del PIB de 99,6%, un registro que se ubicó 6,8 puntos porcentuales bajo el referencial a diciembre de 2016.
El director del Centro de Estudios de Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, Cristián Echeverría, señaló que los registros tanto para hogares como empresas se deberían estabilizar y, posteriormente, disminuir a medida que la actividad nacional retome mayores tasas de expansión.
A su vez, el gobierno general aumentó su deuda en 1,6 puntos porcentuales, hasta el 24,9% del PIB, explicado por emisiones de títulos de deuda tanto en el mercado local como externo.