“En todos los partidos el remate de media distancia es una opción, pero creo que lo más importante va a ser la paciencia. Mover la pelota rápido. Ahí los espacios aparecen. Tiene que ser con mucha paciencia con la pelota y muy rápidas las transiciones de ataque a defensa”, dijo Pablo Guede en la previa del duelo ante Delfín por Copa Libertadores.
Pero tras el bochorno internacional que pasó Colo Colo anoche en el estadio Monumental, esa palabra es la que, irónicamente, tiene más impaciente a los hinchas del ‘popular’.
La cuenta de ahorro que mantiene el entrenador del cacique se ha quedado sin fondos. Los aficionados casi se lo ‘comen’ luego del partido, y no es para menos, si ilusionó (aunque no lo quiera) a todo un pueblo con un buen desempeño en la Copa Libertadores, porque para qué vamos a hablar de una clasificación a octavos.
Está de más decir que Colo Colo no gana hace dos años en la Libertadores, que de los cinco partidos que Guede ha dirigido a los ‘albos’ en el certamen internacional no ha ganado ninguno, que de local el ‘popular’ es un desastre.
Todo el mundo sabe del momento por el cual atraviesa el fútbol chileno, pero por favor Pablo Guede, ¿perder ante Delfín? ¿El equipo más débil del grupo que vino a Santiago sin nada que perder? Caer así era lo último que querían ver los hinchas del cacique.
Así que aquella famosa paciencia no fue la receta para vencer a los cetáceos ecuatorianos, con un juego aburrido y sin sorpresas frente a un rival que tampoco propuso mucho y fue al Monumental a hacer su trabajo.
Esa sencilla palabra, que tanto hemos repetido, sentenció al ‘popular’ a los 52′ con el gol de Arismendi. De nada había servido sacrificar a Barroso por Pinares, volviendo a la línea de cuatro. Tener a tanto jugador de buen pie en el centro del campo de juego tampoco le otorgó a Colo Colo la contundencia ni la jerarquía que estaban buscando. Y ya sabemos en que terminó la historia.
¿Mover la pelota rápido? ¿Transiciones rápidas de ataque a defensa? Explíquenme de que sirvió la paciencia si jamás vimos espacios abiertos y por privilegiar la tendencia de balón y el tránsito lento Colo Colo sacrificó ‘comerse a su rival’ y terminó cayendo en la presión y la desesperación en la segunda mitad.
Si hasta Jorge Valdivia se mostró impreciso durante los primeros 60 minutos de partido.
Atrás quedó el gran registro de Guede en clásicos por torneos nacionales. No perder ante Universidad Católica y Universidad de Chile es algo que se le da, pues para el pobre nivel del fútbol chileno Colo Colo sí tiene plantel.
Para que nos vamos a vernos la suerte entre gitanos, si en el reino de los ciegos el tuerto es rey. Había que salir a demostrar que el cacique se la podía en la Copa Libertadores, echar por tierra esa pobre historia de equipos chilenos en torneos internacionales, pero hemos vuelto a ser los mismos de antes.
¿Qué tenemos equipo para competir internacionalmente? Si Pablo, no me digas.