Muchas veces hemos escuchado acerca de los efectos inmediatos de la falta de sueño, tales como disminución de la concentración y proactividad, torpeza y somnolencia, entre otros.
Sin embargo, una nueva consecuencia de este poco recomendado hábito ha sido divulgado recientemente.
Un equipo de neurólogos de la Universidad Politécnica de Marche, Italia, determinó que la privación de sueño estimula la actividad de los astrocitos, células gliales que generalmente destruyen la sinapsis consideradas como “inútiles”, lo que lleva a la destrucción de otras conexiones en el cerebro.
“Demostramos por primera vez que una parte de las sinapsis son literalmente devoradas por los astrocitos debido a la falta de sueño”, comentó el líder del estudio, Michele Bellesi, al sitio especializado New Scientist.
Junto con esto, el grupo de expertos indicó que otro tipo de células, conocidas como microglías, aumentan su actividad después del insomnio.
Estas microglías están vinculadas a diferentes trastornos cerebrales, además de la enfermedad de Alzheimer.
Los especialistas llegaron a estas conclusiones luego de comparar el funcionamiento del cerebro de ratones. Mientras un primer grupo de roedores durmió lo suficiente, otro grupo fue mantenido despierto por cinco días.
Aún restan nuevas investigaciones para determinar, por ejemplo, si dormir lo suficiente posteriormente limita el daño que el insomnio causa al cerebro, razón por la cual los neurólogos continuarán con los estudios.
Cabe señalar que una persona necesita dormir en promedio entre 7 y 9 horas diarias, aunque no todos cumplen con esta regla.
De hecho, quienes duermen 6 horas o menos por noche, se exponen a importantes riesgos. De acuerdo a un estudio de la Universidad de Texas, después de 7 noches de poco sueño ya sufrimos alteraciones genéticas que podrían desencadenar en problemas cardíacos y obesidad, entre otras enfermedades.
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