Lomas Bayas, Andina, Radomiro Tomic, Chuquicamata, Los Pelambres, Ventanas, Ministro Hales, Caserones, Spence y Escondida, estas son solo algunas de las más de 30 negociaciones colectivas que vivirá el sector minero durante el 2018. Una situación bastante compleja, sobre todo teniendo presente el recuerdo de lo que han sido algunas negociaciones recientes que no llegaron a buen término, como la de Escondida a principios de año, con una huelga de 44 días que dejó una pérdida neta de casi 200 millones de dólares. O la negociación anticipada en Pelambres, la cual, luego de cinco semanas de conversaciones, culminó sin éxito.
Por otro lado, la reciente negociación en minera Centinela, que terminó con un bono de $14 millones para cada uno de sus poco más de 1.500 trabajadores, que están agrupados en 3 sindicatos, genera expectativas que pueden resultar un poco desmesuradas en un contexto económico de bajo precio del cobre, caída sostenida en la inversión e incertidumbre regulatoria. Contexto que ha sido la norma durante todo este gobierno, como lo demuestra que este 2017 habrán disminuido en un 40% las inversiones anunciadas el 2016.