La idea de un Estado capturado por los intereses particulares y que se preocupe realmente de las necesidades de los ciudadanos, es la terrible utopía de los últimos 100 años. ¿Por qué perseveramos en el error?
La idea de un Estado capturado por los intereses particulares y que se preocupe realmente de las necesidades de los ciudadanos, es la terrible utopía de los últimos 100 años. ¿Por qué perseveramos en el error?