Fidel Castro convirtió a Cuba en un país socialista y expropió a nacionales y extranjeros. Estados Unidos se vengó de los despojos a sus connacionales prohibiendo a los norteamericanos comerciar con Cuba, lo que se llamó el bloqueo. A su turno, los cubanos despojados se fueron a Miami, Puerto Rico, España y otros lugares donde fundaron colonias ricas y prósperas.