Todos concuerdan en que “hay que oír la voz del pueblo”, pero muchos, cuando el pueblo les dice algo que no les gusta, pretenden castigarlo y privarlo de un derecho que hoy tiene, el de elegir si votar o no.
Todos concuerdan en que “hay que oír la voz del pueblo”, pero muchos, cuando el pueblo les dice algo que no les gusta, pretenden castigarlo y privarlo de un derecho que hoy tiene, el de elegir si votar o no.