Gracias Penta, Caval, Soquimich, Corpesca, Endesa. Gracias a estos casi simultáneos eventos, no nos quedó de otra, a los ciudadanos, y finalmente también a la clase política, que armar el escándalo, y actuar en consecuencia. Es reconfortante que tengamos la capacidad para escandalizarnos. No es así en otros países.
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