El Partido Comunista, según todos los antecedentes disponibles, celebra un contrato simulado y vende más de 100 propiedades a una sociedad creada especialmente para “esos efectos”. Capital de la sociedad: 5 millones de pesos. Cada uno puede tener su propio caso Caval.
Al Partido Socialista el Servicio de Impuestos Internos le hace un traje a la medida para que no tribute por los negocios que hace. Es una norma sólo para ellos. Deberían haber pagado unos 1.400 millones pero el SII, que debería exigir el pago de impuestos, ahora defiende que no se pague. Es el mundo al revés. es que se trata de políticos que, no hay que olvidarlo, “administran” el “servicio”.
En esta columna, los negocios -y la degradación- de la izquierda.