La pena de muerte es todavía un tema controversial en Estados Unidos y es también una inspiración para múltiples artistas que buscan protestar o crear consciencia sobre ésta. Henry Hargreaves es uno de ellos y decidió recrear las últimas comidas de los 20 reos ejecutados el 2016.
La ultima comida es una tradición en el sistema de prisiones de EEUU, donde se le entrega una comida a selección (con ciertas restricciones) a un reo, entre 1 a 2 días antes de su ejecución. Ciertos estados la instituyen por ley, mientras que otros lo hacen solo por razones humanitarias.
Hargreaves creó un sitio web para mostrar su trabajo, donde además explica sus razones para hacer este proyecto.
“Al hacer este trabajo, busco destacar la frecuencia de estos asesinatos; cuánto tiempo deben pasar los reos antes de ser ejecutados, y cómo esta práctica puede continuar – y con tal convicción – a pesar de que existen tantas dudas sobre muchos casos”, explica en la página oficial.
Este es un debate que todavía no tiene resolución en muchas partes del mundo, y que incluso surge de vez en cuando en nuestro propio país. La pregunta para muchos es si, en una sociedad civil, es aceptable la idea de la pena de muerte o si se debe considerar que ciertos criminales son imposibles de rehabilitar.
La pena de muerte en Estados Unidos fue restituida en los años 70, luego de ser prohibida por varias décadas. Desde ese momento, la medida ha llamado a la controversia desde otros países e incluso dentro del mismo gobierno norteamericano.
Las fotos a continuación son parte del trabajo, el cual puedes visitar directamente en la web siguiendo este link
Oscar Ray Bollin Jr. de 53 año.
Pidió un filete a 3/4, una papa cocida con mantequilla y crema agria; una ensalada hecha de lechuga, pepino y tomate, un pie de limón y merengue y una Coca-Cola. Fue ejecutado por inyección letal luego de 23 años esperando en prisión
Christopher Brooks, de 43 años de edad.
Pidió solamente dos copitas de chocolate con mantequilla de maní y una bebida. Murió por inyección letal luego de 22 años esperando en prisión.
Ronald Bert Smith Jr. de 45 años de edad.
Pidió pollo frito con papas fritas. Murió por inyección letal luego de 22 años esperando en prisión.
William Cary Sallie, de 50 años de edad.
Pidió una pizza mediana de salchichas y pepperoni, alitas de pollo con salsa buffalo y una soda. Murió por inyección letal luego de 26 años esperando en prisión.
Steven Frederick Spears, de 54 años de edad.
Pidió una pizza de carne grande. Murió por inyección letal luego de 15 años esperando en prisión.
Gregory Paul Lawler, de 63 años de edad.
Pidió un filete con una papa cocida, crema agria, asparragos, pan con mantequilla para acompañarlo, sopa de cebolla, frambuesas, helado de pistacho, leche y jugo de manzana. Murió por inyección letal luego de 16 años de espera en prisión.
Barney Ronald Fuller Jr. de 53 años de edad.
Pidió Filete Salisbury, puré, frijoles verdes y pinto, pan, pera molida y un vaso de agua. Murió por inyección letal luego de esperar 12 años en prisión.
John Conner, de 60 años de edad.
Pidió 10 pedacitos de pez gato frito, 10 “hushpuppies”, dos hamburguesas triples con tocino, dos copas de helado de vainilla y una cebolla picada. Murió por inyección letal luego de esperar 34 años en prisión.
Earl Forrest, de 66 años de edad.
Pidió filete, pasta, un plato con frutas, tomates, pepinos, un pastel de chocolate y leche. Murió por inyección letal luego de 11 años de esperar en prisión.
Daniel Lucas, de 37 años de edad.
Pidió una pizza de carne, calzone de queso y filete, champignon Portobello relleno, ensalada con salsa de rancho, mostaza dulce y un vaso de jugo de naranja. Murió por inyección letal luego de esperar 16 años en prisión.
Kenneth Fults, de 47 años de edad.
Pidió un filete con hueso, una papa cocida con mantequilla, arroz café y jugo de manzana. Murió por inyección letal luego de esperar 18 años en prisión.
Pablo Vazques, de 38 años de edad.
Pidió un filete Salisbury, arroz, salsa, vegetales, pan y brownies “butterscotch”, con un vaso de te. Murió por inyección letal luego de esperar 17 años en prisión.
Joshua Bishop, de 41 años de edad.
Pidió un sandwich de barbacoa, estofado Brunswick, limonada, papas fritas y un dulce. Murió por inyección letal luego de 20 años en prisión.
Adam Ward, de 33 años de edad.
Pidió tacos de carne, una ensalada variada, maíz, frijoles refritos, tortillas y un vaso de agua. Murió por inyección letal luego de esperar 8 años en prisión
Coy Westbrook, de 58 años de edad.
Pidió pollo cocido, puré, salsa, frijoles, pan y un pasted de mandarin. Murió por inyección letal luego de 17 años esperando en prisión.
Travis Hittson, de 45 años de edad.
A diferencia de los otros, rehusó a pedir una ultima cena, y se le sirvió la comida normal de la prisión, la cual incluía pastel de carne, salsa, puré, arvejas y zanahorias y un postre a selección, en conjunto con un vaso de jugo de naranja. Murió por inyección letal luego de esperar 22 años en prisión.
Gustavo Garcia, de 43 años de edad.
Pidió una simple combinación de hamburguesas de pollo, maraconi con queso, frijoles, arvejas y zanahorias y un té. Murió por inyección letal luego de 24 años esperando en prisión.
Brandon Jones, de 72 años de edad.
Rehusó pedir una ultima cena, optando por comer el menú estándar de la prisión, el cual incluía pollo frito, arroz, rutabagas, vegetales varios, pan y jugo de frutas. Murió por inyección letal luego de esperar 36 años en prisión.
James Freeman, de 35 años de edad.
Pidió un filete con pimienta y salsa, arroz, vegetales y frijoles varios, pan, pastel de chocolate con cubierta de mantequilla de maní y un jugo. Murió por inyección letal luego de esperar 7 años en prisión.
Richard Masterson, de 43 años de edad.
Pidió pollo cocido, puré con salsa, zanahorias y frijoles varios, un pan y un jugo. Murió por inyección letal luego de esperar 13 años en prisión.