La necesidad por diversificar la actividad económica y reducir la dependencia a la exportación de materias primeras en Chile es el escenario perfecto para abrir el discusión sobre la importancia de una reforma a la estructura gubernamental a cargo de destinar los fondos para el desarrollo científico y tecnológico del país.
Según datos de la UNESCO, la inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) llega hoy solo al 0,42% del PIB, ubicando el aporte estatal en Chile a un nivel más bajo en comparación con otros países latinoamericanos como México, Brasil, Uruguay y Argentina.
Durante el anuncio sobre la Agenda de Innovación y Desarrollo 2014-2018 en enero de 2014, la presidenta Bachelet afirmó que “sin un impulso decidido en ciencia, tecnología e innovación, unido a una reforma en educación, nunca dejaremos de ser un país que vive de sus materias primeras, especialmente de la minería del cobre”.
La agenda incluía la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, que finalmente se anunció en 2016, pero ¿para qué necesitamos este Ministerio en Chile?
El ex Ministro de Estado, Sergio Bitar, también reconoce la necesidad de que el país empiece a pensar en “los grandes temas”, tales como las tecnologías disruptivas (trascender limitaciones físicas o interconexión humana y robótica) o el poder de los recursos naturales.
Sobre la necesidad de una cartera ministerial que se haga cargo de los temas de investigación, ciencia y tecnología en el país, Bitar asegura que “soy partidario de un Ministerio que apunte a cambios en la estructura productiva, en la diversificación y especialización”.
“Hay que articular a los actores claves, como las universidades, las empresas, trabajadores y las redes internacionales en torno a programas nuevos. Tenemos que reforzar la investigación en las universidades, formar más gente en el exterior y crear un vinculo más estrecho con las empresas productivas”, concluye.
Por su parte, Bárbara Silva, CEO de SingularityU Chile Summit agrega que “un Ministerio como este vendría a congregar a diversos actores y a estructurar una estrategia a mediano y largo plazo que potencie nuestro ecosistema”.
“Este Ministerio se transformaría en un ecosistema estructurado en vías de madurez que integra las políticas públicas, la academia y el mundo provado generando expectativas y confianza a nivel mundial”, agrega.
Sobre la llegada de Singularity University a Chile, Silva opina que “ellos ven a Chile como un HUB de innovación que irradie Latinoamérica para proyectar sus contenidos, traspasar su experiencia global – localmente y potenciar nuevos negocios”.