El sacerdote Rodrigo Gajardo fue condenado el 27 de junio pasado tras reconocer que abusó sexualmente de un menor, en medio de un retiro religioso. En el movimiento Schoenstatt, al cual pertenece, aseguran que fue suspendido de sus funciones y que están a la espera de un dictamen del Vaticano.
En su primera misa de alianza del Movimiento Apostólico de Schoenstatt, en Maipú, el padre Rodrigo Gajardo Figueroa vistió una túnica beige y una estola blanca. Bromeó con los feligreses, citó varios pasajes eclesiásticos y filosofó sobre las problemáticas de la libertad y la justicia. “Tenemos que tener leyes para que nos ordene la vida, para que nos sintamos seguros”, dijo el sacerdote, en medio de un sermón lleno de alusiones a los deberes y derechos de las personas (revisa acá su primera homilía). Ese 18 de julio de 2014, sin embargo, el padre Gajardo omitió un dato importante: él mismo había vulnerado la Ley unos años antes, al abusar sexualmente de un menor en un retiro espiritual del movimiento religioso al que pertenece.
Así lo confirmó un fallo del 27 de junio pasado de la magistrado Claudia Santos, del 14° Juzgado de Garantía de Santiago, en el que se condenó a Gajardo a la pena de “61 días de presidio menor en su grado mínimo y a la suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de la condena”. Además, el sacerdote, quien hasta antes de la acusación se desempeñaba como vicerrector del Santuario Nacional de Maipú, quedó con prohibición de trabajar con niños, niñas o adolescentes, por un período de 10 años.
En la sentencia, a la cual tuvo acceso Radio Bío Bío, se describe la denuncia presentada ante el Ministerio Público. De acuerdo al documento, el hecho ocurrió entre julio de 2008 y 2009, mientras el menor, de entre 15 y 16 años, “se encontraba pernoctando en el interior de la casa de la juventud del Santuario de Schoenstatt, ubicado en Vicente Valdés N° 346, comuna de La Florida”. En ese lugar, “aprovechándose de la incapacidad para oponerse de la víctima al encontrarse ésta dormida, (Gajardo) procedió a realizar actos de significación sexual”.
El caso fue llevado por la fiscal Alicia Crisosto, quien confirmó los hechos y explicó que “el imputado fue formalizado y acusado por el delito de abuso sexual” y que “en la audiencia de procedimiento abreviado el sacerdote aceptó los hechos que se le imputaron”.
Desde la fundación Para la Confianza, organización que asesora y defiende a menores que han sido abusados, celebraron el fallo. “Felicitamos a las víctimas que valientemente se atrevieron a romper el silencio, pedir ayuda y acudir a la justicia”, dijo la fundación, que es dirigida por José Andrés Murillo. “Como Fundación nos sentimos orgullosos, pues después de cerca de 2 años, hoy continúan su vida como sobrevivientes y héroes. Su valentía permitirá prevenir que se cometan otros abusos” (revisa acá la declaración completa).
Vaticano investiga
El delito por el que se le condenó a Gajardo en Chile fue por abuso sexual propio, establecido en el artículo 336 del Código Penal. Pero su castigo podría ser aún mayor.
En efecto, pues desde el Instituto Secular Padres de Schoenstatt confirmaron que el Vaticano estudia el caso y próximamente emitirá un fallo. “El proceso canónico correspondiente está a la espera de los dictámenes de la Santa Sede al respecto”, dijo el padre Fernando Baeza, Superior Provincial del Movimiento Apostólico de Schoenstatt, en una declaración en envió a Radio Bío Bío. “Entretanto, el presbítero Gajardo se encuentra suspendido del ejercicio del ministerio sacerdotal. Asimismo, la Comunidad lo apartó del trabajo con menores de edad apenas se supo de esta acusación”, agregó (revisa acá la respuesta completa de Baeza).
Al respecto, también aclaró que “nuestra Comunidad de los Padres de Schoenstatt a la que pertenece el presbítero Rodrigo Gajardo, lamenta profundamente los hechos ocurridos y pide perdón a la víctima y a su familia. Una acción tal no se condice con nuestros ideales y valores y atenta a la misión de nuestra institución. Ofrecemos nuestra petición de perdón también a la comunidad creyente y a las personas que han sido heridas por este hermano nuestro”.
De acuerdo al sacerdote Baeza, la congregación ha venido tomando medidas desde hace años para prevenir este tipo de casos. “Se han establecido, con ayuda de profesionales externos, protocolos y estatutos que normen el trabajo pastoral y que aseguren la necesaria supervisión en nuestros servicios”, dijo Baeza.
Pese a lo anterior, la congregación no respondió las preguntas de este medio sobre las acusaciones de presunto abuso sexual que se conocieron en 2015 en contra del anterior vicerrector del Santuario Nacional de Maipú, el padre Francisco Basáñez Méndez.
Basáñez, quien también pertenece al Movimiento Apostólico de Schoenstatt en Chile, fue suspendido de sus funciones en ese momento, tras las acusaciones de presuntos hechos de abuso de autoridad y abuso sexual ocurridos entre 2002 y 2005, cuando se desempeñaba en el Colegio Monte Tabor y Nazaret, en la comuna de Lo Barnechea. Tras ello, su caso siguió un camino reservado y hasta ahora se desconoce su destino.