Cannes amaneció hoy con aires rebeldes, y con justa razón, pues Iggy Pop, el ícono del punk rock de los 70′s se paseó por la Croisette con su melena suelta y sandalias, en el marco de la presentación de Gimme Danger, el documental sobre The Stooges que hace un profundo recorrido por la vida de la destacada banda.
Sin ningún apetito de seguir con los protocolos característicos de este tipo de galas, el rockstar junto al director independiente que dirigió la película, Jim Jarmusch, posaron para los fotógrafos levantando el dedo de al medio y arrugando sus caras.
Luego, y tras varias series de fotos, el músico que llevaba jeans oscuros y una chaqueta de cuero, improvisó un baile para los periodistas y se convirtió en uno de ellos al mezclarse con la prensa y tomar una cámara, captando la atención de todos los presentes.
Nacida en Detroit en 1967, The Stooges fue una de las bandas menos clásicas de la historia del rock, trascendiendo a las modas pasajeras y logrando influenciar a diferentes bandas de esos tiempos y de la actualidad, por la violencia y contundencia de sus actuaciones, las cuales se mezclaban con los sonidos creados por esos cuatro adolescentes de 18 y 19 años que compartían los mismos justos.
Hasta el momento, Gimme Danger ha recibido reseñas positivas y los críticos han destacado el fiel retrato de lo que fue The Stooge, en una época en donde a pesar de no lograr rápidamente el éxito en ventas, se consolidaron como la leyenda del Punk Rock.
Su director, Jim Jarmusch, intentó ahondar en todo el material existente de la vida de Iggy Pop, desde la infancia de sus integrantes, pasando por el advenimiento de la banda, hasta los años de locura y fiesta a los inicios de los setenta con himnos clásicos como I Wanna be your Dog y No Fun. “De crío vi un programa de televisión en el que recomendaban que las letras no tuvieran más de 25 palabras. Y a mí nunca me ha gustado el bla, bla, bla de Bob Dylan, así que cumplí esa regla en mis temas”, cuenta ante las cámaras el músico, según informó el diario español El País.
Para la búsqueda material audiovisual, Jarmusch estuvo varios años armando el proyecto, siendo uno de sus más grandes desafíos, según contó en Cannes. De hecho, ha sido tanto el tiempo invertido que algunos de los entrevistados ya han fallecido. De la banda original, sólo quedan Pop y Williamson.
“Espero que el rock siga vivo. Cuando empezamos no sabíamos nada de derechos. Nos lo repartíamos todo de forma igualitaria, llámala si quieras comunista. Hoy las discográficas recolectan de forma muy efectiva los derechos, eso asusta. Ahora aprietan un botón y se hacen ricos. La raza humana puede acabar esclavizada por la tecnología”, expresó el artista entre risas ante la prensa de Cannes.
Además del documental, Jarmusch (“Dead Man”, “Broken Flowers”) presentó en Cannes 2016 la película “Paterson”, un cuento sobre un conductor de buses que también es poeta.