Cerca de 200 personas marcharon por las calles de Temuco exigiendo la libertad de los “presos políticos” mapuche y pidiendo celeridad en la reivindicación territorial.
La manifestación, que fue organizada de forma paralela en Osorno, Temuco, Concepción y Santiago, tenía como fin criticar la detención de comuneros mapuche que se encuentran en distintas cárceles del país.
Fidel Tranamil, vocero de los detenidos por el caso Luchsinger Mackay, justificó las manifestaciones violentas porque, según él, el Estado sólo escucha los poderes económicos.
Tranamil señaló que las comunidades siempre están en libertad de acción y si alguna ha decidido quemar templos, es para demostrar su descontento contra quienes dirigen las iglesias, no contra la fé.
La manifestación comenzó en la plaza Dagoberto Godoy, frente al hospital de Temuco, con una hora de retraso, posteriormente se dirigieron a la cárcel femenina y luego a la masculina, para luego pasar por la Intendencia y finalizar en la plaza Teodoro Schmidt.