Si tienes menos de 40 años y vives o viviste en Concepción, seguro alucinaste al encumbrarte hasta las nubes (de la imaginación) en el helicóptero de Gioco, el último y más tradicional local de entretenimientos electrónicos de la capital de la Región del Bío Bío.
Pues bien, este viernes será el último en que los Gioco mantendrán su forma actual. Pero no desesperes porque no cierra, sino que será remodelado para dar paso a una cafetería temática que rinda tributo a los juegos clásicos de los 80 que marcaron nuestra infancia.
Bajo el nuevo proyecto, Gioco cerrará hoy las puertas de su sala de juegos, aunque mantendrá funcionando su cafetería durante mayo. Posteriormente el local cerrará en su totalidad para reinaugurarse el 1 de agosto, conservando su nombre.
En su versión 2.0, los Gioco darán paso a una amplia cafetería donde además se podrán consumir comestibles como sandwiches y pastelería. Además se mantendrán algunos de los juegos infantiles, flippers (pinball) y videojuegos más icónicos que han pasado por sus instalaciones, y ahora las fichas no se venderán, sino que se regalarán a los clientes.
3 historias de los Gioco que desconocías
1. Nació gracias a un taca-taca electrónico criollo
Que los Gioco estén en la galería Tomás Olivieri no es casualidad. No todos saben que este local es parte de Radio Bío Bío (y de BioBioChile), que nació en 1980 como parte de la inventiva de su mismo fundador, Nibaldo Mosciatti Moena.
Hombre inquieto y autodidacta, Nibaldo Mosciatti se dio a la tarea de construir un futbolito o taca-taca electrónico a fines de la década de los 70, cuando los juegos electromecánicos eran toda una novedad. Su prototipo resultó tan exitoso, que una empresa estadounidense le compró los derechos para producirlo en masa.
Sin embargo para entonces la tecnología cambiaba de forma vertiginosa y finalmente decidió no fabricarlo. Para indemnizar a su inventor, la empresa le ofreció pagarle con videojuegos, oferta que Mosciatti aceptó, convirtiéndose en los primeros entretenimientos que formarían parte de los Gioco: Seawolf II de Bally/Midway y Super Speed Race V de Taito, entre otros clásicos.
Por cierto, el futbolito electrónico que encendió la chispa funcionó también en los Gioco durante un tiempo, y actualmente está conservado en un lugar sin acceso a público para resguardarlo de sufrir daños.
2. Un concepto de entretención familiar
El diseño completo del local también fue realizado por Nibaldo Mosciatti, incluyendo el futurista techo de formas curvas e iluminación led. Pero el fundador de Radio Bío Bío no quiso que sólo fuera un local de videojuegos como otros que se estaban comenzando a abrir en el país, sino un espacio para la familia, por lo cual decidió dotarlo de una cafetería donde los padres pudieran esperar a que sus hijos jugaran mientras conversaban tomándose un café.
Curiosamente, esta idea fue contemporánea a la que tuvo el propio fundador de Atari, Nolan Bushnell, cuando en 1980 abrió su cadena Chuck E. Cheese’s, donde los niños podían ir con sus padres a comer pizza y jugar videojuegos.
3. Los Gioco salvaron a Radio Bío Bío
Aunque a medida que pasaban los años y la tecnología se hizo más avanzada en los hogares de las casas que en las salas de videojuegos, cerrándolas una a una, los Gioco se mantuvieron en pie no sólo como un símbolo, sino también como una forma de agradecimiento, pues pocos saben que este local de entretención fue el que permitió seguir funcionando a Radio Bío Bío tras la dura crisis económica de 1982.
Esto porque cuando el dólar se desplomó provocando incluso la quiebra de muchos bancos, la publicidad que mantenía al medio también se vino al suelo. Fue entonces cuando Pac-Man, Dig Dug, Pooyan, Rally-X, Pole Position y los tradicionales juegos mecánicos para niños vinieron al rescate, permitiendo que sus entonces generosos recursos mantuvieran el funcionamiento de la radio hasta que pudo volver a sostenerse por sí misma.
A continuación te invitamos a dar un paseo por el interior de los Gioco, en su último día de funcionamiento: