El primer ministro belga, Charles Michel, condenó este martes los “atentados ciegos, violentos y cobardes” que se produjeron en Bruselas en el aeropuerto internacional y en una estación de metro del distrito europeo de la capital.
“Temíamos un atentado terrorista y sucedió”, dijo Michel en una conferencia de prensa en la que pidió a la población “tranquilidad y solidaridad”.
Los atentados dejaron “muchos muertos, muchos heridos de gravedad”, agregó sin dar un balance preciso.
“Es un momento trágico, un momento negro” para el reino, afirmó el primer ministro.
Al menos tres explosiones sacudieron este martes diferentes lugares de la capital belga. Dos se produjeron en el hall de partidas del aeropuerto internacional de Bruselas.
Una de ellas la habría provocado “un kamikaze”, indicó el fiscal federal de Bélgica, Frederic Van Leeuw.
Otra explosión se produjo en el metro de Bruselas, en la estación Maalbeek en el distrito europeo. Según los bomberos fue “una fuerte explosión”. Al menos una decena de personas murieron, precisaron los bomberos a la AFP.
Un periodista de la AFP vio fuera de la estación a unas quince personas en la acera con los rostros ensangrentados recibiendo asistencia médica.
Las explosiones de este martes se producen tras la detención el viernes en Bruselas de Saleh Abdeslam, principal sospechoso de los ataques terroristas de París en noviembre, tras cuatro meses de fuga.