A días de que se anunciara el acuerdo entre la minera Rockwood y Corfo para aumentar la producción de litio, el Gobierno aún no cuenta con una idea clara sobre uno de los aspectos más importantes: otorgarle valor agregado al mineral.
Actualmente el mercado mundial de litio representa sólo un 1% del mercado del cobre. Estimaciones, prevén que de las 165 mil toneladas de litio que se producen a la fecha, a unos 7 años la cifra podría llegar a 400 mil toneladas.
Si a eso se le suma que, aunque no lo veamos, el litio está presente en las baterías de los celulares, los computadores, en automóviles, remedios, tecnología espacial resistente y liviana, entre otras cosas, las posibilidades del mercado son muy amplias.
Por eso, siendo Chile y Australia los mayores productores del mineral en el mundo, el acuerdo suscrito entre Rockwood y Corfo, que pretende aumente a 70 mil toneladas la producción de la empresa, es una buena noticia.
Lejos de una industria local
El problema es que aunque se conocen detalles sobre los montos asociados y los plazos, ni siquiera el Gobierno conoce aún el real destino de la producción. Y en el adelanto, el subsecretario de Minería, Ignacio Moreno, es sincero.
“Agregar valor no significa necesariamente construir autos eléctricos o baterías. Hay que reconocer que estamos lejos, no es fácil que se pueda llegar a eso. La decisión de invertir después, en poder tener, por ejemplo, industrias que puedan agregar valor localmente, es una decisión que hay que tomar en base a los proyectos que se puedan recibir”, explicó la autoridad.
El preacuerdo de Corfo y Rockwood pretende otorgar, a través de impuestos, ingresos al fisco de entre 70 a 100 millones de dólares anuales. Y aunque la producción de litio en Chile es de barato costo, ya que se bombean directo de las salmueras del salar y se concentran en piscinas de evaporación cuyo clima nortino favorece y agiliza el proceso, los temores de expertos van en otra línea.
Falta de experiencia
Chile, pese a su potencial de explotación, no cuenta con experticia para manejar la producción. Ni Rockwood ni la cuestionada SQM -por el financiamiento ilegal de la política y acusados de vender salmuera-, dan esas garantías. Así lo advierte Gustavo Lagos, experto en Minería de la Universidad Católica.
“Yo no estoy en contra de que el Estado esté involucrado en la producción, pero sí me preocuparía si va a manejar esas explotaciones, porque el Estado no tiene expertise para hacerlo, en este momento y no veo que lo vaya a tener en el corto plazo“, indicó el académico.
Agregó que quien controle la producción debería ser una empresa de clase mundial en litio.
Producción futura, inserción del Estado en ese proceso y posibilidades nacionales de otorgar valor agregado al litio, fueron parte de las conclusiones de la Comisión del Litio.
A inicios de marzo comenzará la instancia que le sigue, la Comisión CORFO, que servirá para delinear ideas sobre el mineral. Planteamientos que, hasta ahora, están meramente en la intención.