Minutos de terror fueron los que se vivieron en medio del encuentro entre Cristo Atlético y Gimnástica Segoviana (tercera división española), luego de que uno de los jugadores cayera inconsciente al campo de juego.
Camilo, del Cristo Atlético, recibió un escalofriante pelotazo que le provocó una asfixia instantánea, desplomándose ante la mirada de los asistentes que presenciaban el duelo en el Estadio Municipal Nueva Balastera de Palencia.
Dos jugadores intentaron abrir la boca de su compañero para que pudiese respirar, tratando de evitar que la lengua le obstruyera la tráquea, pero no pudieron conseguirlo pues Camilo tenía la mandíbula contraída.
Cuando la esperanza se perdía desde la galería llegó literalmente la salvación. El médico Ángel González, quien se encontraba como espectador (colabora en el Club Deportivo Palencia) se percató de la emergencia y saltó a la cancha para socorrer al pobre delantero.
Rápidamente y con la ayuda del fisioterapeuta del Cristo Atlético, quien llevaba en su maletín un tubo de Guedel, pudo reanimar a Camilo. El jugador pudo haber haber muerto por asfixia.
Cuando llegó la ambulancia el atacante fue estabilizado y llevado a un centro médico donde se le realizaron los exámenes pertinentes y pudo recuperarse con normalidad.
Por su parte el Cristo Atlético a través de su cuenta de Twitter agradeció al médico González y a todos los otros clubes que se preocuparon por la salud de Camilo.
Desde el club queremos dar las gracias al medico del @CDPalencia Angel González su intervención a evitado una tragedia MUCHAS GRACIAS ANGEL
— Cristo Atlético (@cdcristoatletic) febrero 7, 2016
(+ )Da las gracias a todos por las muestras de apoyo y cariño. @albarcelonista con @CamilodelaRed dándole ánimo pic.twitter.com/R1RyXig3ke
— Cristo Atlético (@cdcristoatletic) febrero 7, 2016
Cabe señalar que la presencia de González en la galería fue providencial, pues en esta división no es obligatoria la presencia de médicos en los bancos (ni tampoco ambulancias en los estadios), situación que abrió un nuevo debate en España.