Bajo la lupa se encuentra la futura aplicación de la vacuna Gardasil, que se administra a niñas contra el virus del papiloma humano, principal causante del cáncer cérvico uterino.
Esto, luego que la Contraloría General de la República pusiera en entredicho el procedimiento de adquisición de la citada vacuna, que es cuestionada en algunos países por los efectos adversos que genera en las menores.
La solicitud al organismo fue presentada por la diputada independiente Karla Rubilar, que también pidió establecer si se cumplió con la normativa del Instituto de Salud Pública al definir que la vacuna Gardasil sería administrada en dos dosis y no tres como se tenía contemplado originalmente.
Para estos efectos, la Contraloría requirió antecedentes al ISP, al Ministerio de Salud y al Comité Asesor en Vacunas y Estrategias de Inmunización -Cavei- para indagar si se cumplió con la normativa para el registro sanitario de vacunas en lo que respecta a la citada vacuna.
En primera instancia, Gardasil contaba con autorización en Chile para tres aplicaciones: la segunda aplicación debía tener dos meses de diferencia de la primera, mientras que la última aplicación se debía efectuar seis meses más tarde.
Tras la revisión de los antecedentes que se extendió por un año y medio, la Contraloría consideró que los tres estudios con el que el ISP justificó la incorporación del Gardasil en el registro sanitario de vacunas eran insuficientes.
Asimismo, el organismo hizo ver que, pese a existir un procedimiento “reglado a nivel legal” para el registro, el ISP solo consideró los estudios para que la vacuna fuera incorporada.
Ante esto la ministra de Salud, Carmen Castillo, si bien dijo que se debe considerar el pronunciamiento de Contraloría, afirmó que la entidad no interviene en materias técnicas que son competencia del Ministerio.
“Nosotros estamos aplicando una vacuna con mucha responsabilidad, de calidad y también en las dosis como se están aplicando estamos tomando antecedentes internacionales”, sostuvo.
La secretaria de Estado agregó que el proceso de registro se ciñó a la validación técnica, por lo que no debería haber preocupación en torno a la aplicación de las vacunas: “Las indicaciones que se fueron dando han sido con sustento técnico, evaluando también información internacional para poder aplicar la vacuna dentro de todo el programa nacional de inmunizaciones. Por lo tanto, nuestro programa está absolutamente validado“.
En conversación con BioBioChile, la diputada Karla Rubilar calificó el dictamen como “tremendamente serio” y que el reparo de la Contraloría no se levantó ” a pesar de todos los antecedentes entregados una y otra vez por parte de nuestras autoridades de Salud”.
Leyendo el pronunciamiento, la parlamentaria recuerda que los estudios científicos con los que se visó el registro no fueron concluyentes para justificar la incorporación de la vacuna y tampoco bajo las dos dosis planteadas.
“¿Qué quiere decir eso? Quiere decir que el protocolo chileno que exige que para una vacuna se registre con una dosis nueva debe tener estudios que avalen su eficacia y seguridad. Esta vacuna no los tenía“, sentenció.
De este modo, Rubilar estima que el modo en el que se permitió el ingreso de la vacuna Gardasil a Chile “es completamente ilegal” y exigió transparentar el presunto interés que habría detrás de su incorporación.
¿Es confiable la vacuna?
Sobre el dictamen, la ministra Castillo restó valor a las críticas sobre los efectos de la vacuna, que calificó como “absolutamente confiable”
“Son vacunas que en 20 años más van a impactar en la no existencia de cáncer cérvico uterino en estas niñas que van a recibir estas dos dosis en distintos años de edad”, dijo al respecto la titular del Minsal.
Pero la diputada Karla Rubilar estima que esta cartera “ha desmantelado completamente el Programa de Vacunación” y cuestionó la labor que está efectuando hoy el Instituto de Salud Pública.
“El ISP, que era el organismo técnico que nos daba la seguridad y que nunca estuvo en cuestionamiento, es más, nos sentíamos orgullosos de ellos, hoy día ha sido vulnerado completamente. Ha permitido el ingreso y el registro de una vacuna sin tener los sustentos que ellos mismos exigen a todos y cada uno de los medicamentos o vacunas que tienen que ingresar a este país”, sostiene la parlamentaria.
A estas alturas, ya son cerca de 400.000 las niñas entre 9 y 13 años que han recibido la vacuna en dos dosis, las mismas que fueron objetadas por la Contraloría en su procedimiento de registro.
¿Qué se debe hacer con las niñas vacunadas?
Para ellas, Karla Rubilar estima que se debe requerir ayuda especializada que evalúe si el Gardasil cumple con su labor preventiva.
“Yo creo que hay que pedirle ayuda a los científicos, a los expertos, para ver qué es lo que tenemos que hacer con ellas. Tal vez requieran una vacuna de refuerzo, una tercera vacuna de refuerzo. Habrá que ver con los expertos qué es lo que se debe hacer para tener la certeza absoluta de que estas pequeñas están teniendo los resguardos necesarios y que la vacuna está haciendo lo que se supone que debe hacer, que es prevenir el cáncer cérvico uterino”, sostuvo.
En cuanto a las futuras aplicaciones, la diputada señaló que sería conveniente volver al esquema de aplicación en tres dosis, validado en otros países.
“El procedimiento que hoy se tiene de vacunación, de dosis 02, no debiera seguir en las nuevas pequeñas, y debieran estar siendo vacunadas con el registro que corresponde”, subrayó.