Metro de Santiago no se responsabilizó por las pintadas que sufrió uno de sus trenes en la Línea 5, realizadas luego de que cerca de 30 jóvenes detuvieran la formación y obligaran a los pasajeros a descender del servicio.
“Los protocolos de seguridad se activaron” fue la explicación de la Gerenta de Asuntos Corporativos de Metro, Maria Irene Soto, que descartó cualquier tipo de responsabilidad de la empresa de trenes subterráneos ante la imposibilidad de reaccionar ante el graffiti masivo que fue pintado en uno de sus carros la noche de este domingo.
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Soto agregó que el único guardia que tenía la estación se encontraba en la línea de cajas y explicó que el protocolo dice que se tiene que que notificar a Carabineros cuando ocurre un suceso de este tipo, pero llegaron tarde.
Además, la gerenta sostuvo que el incidente obligó a cortar la energía de la línea para proteger a los encapuchados, quienes escaparon por las vías del tren.
Según testigos, se trató de al menos 30 jóvenes que descendieron en la estación Monte Tabor. Luego, se encapucharon, echaron a los pasajeros del tren y pintaron un graffiti de color gris en la totalidad del tren que tuvo que ser detenido en la estación.
En el registro que existe de las cámaras de seguridad, los encapuchados indicaron que protestaban por la tarifa del tren metropolitano, un hecho que fue repudiado por los usuarios del servicio.
Metro de Santiago no descartó emprender acciones judiciales por vandalismo, al mismo tiempo que llamó a la ciudadanía a ser un “buen vecino” del tren subterráneo. Finalmente, explicaron que están revisando las medidas de seguridad, pero que es imposible para la compañía reaccionar ante estos hechos.