Con el revés que significó para el Gobierno el rechazo del Senado al nombramiento de Enrique Rajevic como contralor general de la República, este jueves la atención la concentra el candidato de la presidenta Michelle Bachelet para tomar el cargo de Sabas Chahuán.
Finalmente, la mandataria se inclinó por el director ejecutivo nacional del Ministerio Público, Jorge Abbott, para que asuma como fiscal nacional una vez que el actual deje su puesto el 30 de noviembre.
El anuncio lo efectuó Bachelet desde Quito, Ecuador, llamando a los senadores a apoyar este nombramiento, poniendo por delante “los intereses de Chile y su futuro”.
Entre las tareas para el próximo fiscal nacional, afirmó la jefa de Estado, se encuentra el plan de fortalecimiento del Ministerio Público, coordinación interinstitucional entre las policías y la seguridad ciudadana.
Abbott encabezó en 2009 la investigación contra Claudia Nogueira y el entonces parlamentario Maximiano Errázuriz por presunto mal uso de asignaciones parlamentarias.
De los anteriores, el que hasta ayer apuntaba a concentrar el mayor nivel de consenso en la clase política era el de Morales, que se desempeña como fiscal jefe de la Unidad de Delitos de Alta Complejidad de la Fiscalía Centro Norte.
Su nombre se encontraba apoyado por importantes personeros de la Democracia Cristiana, aunque el fracaso del nombramiento de Rajevic como contralor (levantado por el ministro Jorge Burgos) puso en duda esta carta.
Al respecto la ministra de Justicia, Javiera Blanco, manifestó inmediatamente tras el anuncio de Bachelet que el nombramiento del cargo de contralor y de fiscal nacional “no tienen nada que ver” entre sí y que corresponden a procesos distintos.
Ahora el nombre de Abbott necesita un quórum de 2/3 (25 parlamentarios en ejercicio) para ser ratificado.
El proceso no ha estado exento de polémicas, debido a las reuniones que varios de los candidatos a fiscal nacional han sostenido con políticos, entre los que destaca el senador PPD Guido Girardi.