En entrevista exclusiva con Radio Bío Bío, el presidente de Bolivia, Evo Morales, reconoció que durante su primer gobierno Michelle Bachelet le ofreció un enclave en las costas chilenas para tener así una salida al Océano Pacífico.
En el marco de la reunión que por estos días sostienen mandatarios de distintos países en Naciones Unidas, Nueva York, el presidente de Bolivia, Evo Morales, recibió a Radio Bío Bío en su habitación de hotel para conversar sobre la demanda marítima y el litigio contra Chile en la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya.
Fue en esta conversación que el jefe de Estado reconoció que junto a las autoridades del primer gobierno de Bachelet exploraron la posibilidad de establecer una especie de enclave boliviano en Chile. Incluso, dijo que delegados de ambos países sobrevolaron la zona donde éste se proyectaba.
Sin embargo, vinieron las elecciones –relató Morales-, cambió el gobierno, se interrumpió el diálogo, se detuvo dicho proyecto y la demanda marítima boliviana llegó a los tribunales de La Haya.
El mandatario también habló del fallo que rechazó la objeción chilena y confirmó que la CIJ tiene competencia para ver su demanda de negociación por una salida al mar. Además, insistió en la necesidad de diálogo, esbozó críticas a la actitud del canciller Heraldo Muñoz y destacó su cercanía con los movimientos sociales en Chile.
Escucha la entrevista completa aquí:
Presidente, muchas gracias por recibirnos. ¿Cómo está?
Muchas gracias por esta entrevista y un saludo al pueblo chileno, mediante esta audiencia. Sabemos que Radio Bío Bío tiene mucha audiencia, muy comentada en La Paz. Felicidades por su trabajo, por esta forma de comunicación, educación para la liberación de su pueblo. Muchas gracias.
Entrando de lleno a lo que ha estado en el tapete, que es la decisión de la Corte de La Haya, que redujo la demanda boliviana y que asegura que no pueden ser ellos garantes de, en definitiva, un resultado: ¿Cómo toman ustedes que este ha sido uno de los argumentos de Chile para decir que en definitiva, no perdió del todo en este fallo? ¿Cómo toman ustedes que ellos no puedan ser garantes de un resultado?
Bueno, primero el gobierno chileno ha objetado la competencia de la Corte Internacional de Justicia. Aunque algunas autoridades vivieron de las Naciones Unidas, y desconocer una de las instituciones que responde a las Naciones Unidas a mi parecer es totalmente contradictorio.
Y segundo, ¿La Haya qué dijo textualmente? Que hay un tema pendiente. Que Bolivia nació con mar. Además de eso, yo entendí que ni el Tratado de 1904 ha resuelto este tema y, por encima de ese problema, hay un tema pendiente. No es que con la demanda el gobierno boliviano esté pidiendo la modificación del Tratado de 1904. Ha sido también textual, La Haya, lo que dijo… hay un tema pendiente.
Por tanto, nuestra demanda es que Chile debe cumplir con los compromisos (expresados) por muchos gobiernos hacia el pueblo de Bolivia con el tema del mar. Entonces, cualquier comentario que se haga es simplemente desviar… Entiendo perfectamente, tal vez nosotros también haríamos eso. Que no es de nuestra competencia o que no tiene responsabilidades, no va a ser garante… Pero en el fondo, la demanda es de su competencia, además de eso La Haya reconoce que hay un tema pendiente.
Ustedes cómo observan cuando Chile, el canciller Heraldo Muñoz, la presidenta Michelle Bachelet, han dicho que van a relanzar esta segunda etapa como un nuevo proceso legal, según ha dicho la presidenta, con nuevos argumentos que apuntan ahora a la demanda de fondo de ustedes, de dar el contexto histórico de las conversaciones que, se reconocen, tuvieron con ustedes. ¿Cómo las observan ustedes? ¿Son propuestas débiles frente a lo que ustedes están proponiéndole a La Haya?
Es su derecho. Es un derecho legal, es un derecho constitucional, es su derecho dentro de los derechos internacionales, por tanto se respeta. Pero, esta mañana en la conferencia decía: no se trata de enfrentarnos dos países, somos vecinos, dos hermanos países cómo van a estar enfrentados. Por eso, mi gran deseo es que no haya ni ganadores ni perdedores, que mediante el diálogo retomemos para resolver los temas, los temas pendientes, especialmente en base a los compromisos de los distintos gobiernos.
Y en su primera gestión de la presidenta Bachelet, usted sabe muy bien, sabe el pueblo chileno, hicimos una agenda de 13 puntos. Uno de los temas estaba el tema del mar. Y en la gestión de (Sebastián) Piñera, permanentemente decía él, públicamente, que tienen que buscarse soluciones factibles y… otros términos manejaba. Pero unilateralmente el 2010, el gobierno de Piñera abandonó el diálogo y después no tenemos otra alternativa que ir a la demanda para que Chile cumpla sus compromisos. Ahora, pueden tener sus argumentos, lo respeto muchísimo, es su derecho, vamos a respetar. Nosotros tenemos todos los documentos relacionados a los compromisos de los gobiernos de Chile.
Entremos de lleno a eso ¿Qué pasó con Michelle Bachelet? Los vimos que estaban bajo el mismo techo el día de ayer (viernes). Estaban cerca, la presidenta Bachelet saludó a otros presidentes que estaban ahí ¿Qué pasó en esta relación en este segundo gobierno de Bachelet?
En la reunión de Celac tuvimos una reunión privada con la presidenta Bachelet y acordamos que podíamos empezar a dialogar. Pasaron minutos y el canciller de Chile totalmente tergiversó los acuerdos que teníamos con la presidenta. Yo le tengo mucha confianza. Desde el primer momento que conocí a la presidenta Bachelet, en su primera gestión, tuve muchas reuniones, pero me decía “para continuar el diálogo tiene que ser bajo su propia gestión”. Y, al llegar las elecciones, tocar el tema del mar siempre traía un problema. Pero, por suerte, vuelve otra vez al gobierno para poder continuar ese gran deseo que tenemos.
Ayer yo llegué en la madrugada, 7 u 8 de la mañana. No tuve oportunidad para poder saludar. De lejos me saludé con Maduro. No es una inamistad.
¿Usted confía en Michelle Bachelet?
Las mujeres siempre piensan desde un punto de vista social. Por lo menos tengo todavía confianza, porque en su primera gestión tuvimos muchas reuniones.
Durante el primer gobierno de Bachelet, ¿viajaron diplomáticos bolivianos a las costas chilenas para observar y ver la posibilidad de generar una especie de “enclave” para su país, para poder salir hacia el Océano Pacífico?
Teníamos delegados personales. La boliviana era la compañera Ana María Campero, que en paz descanse. Viajó varias veces e, inclusive, en uno de ellos con un delegado de Michelle Bachelet sobrevolaron donde sería la posible salida. Y, lamento mucho, después vienen las elecciones y se frustró todo.
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¿Era una alternativa?
Teníamos mucha confianza, porque juntos decidimos tener delegados para que puedan explorar vías de solución, cumpliendo uno de los 13 puntos acordados con el gobierno de la primera gestión de la compañera Bachelet.
Ese era el punto 3.
Era uno de los 13 puntos. Creo que era el octavo o quinto, no recuerdo bien, pero dentro de los 13 puntos.
¿A usted le gustaría que se pudiera retomar ese camino?
Repito nuevamente. Somos dos países vecinos, hermanos… no podemos estar enfrentados. Yo vengo de la cultura del diálogo de los pueblos, que más importante es la solidaridad, la complementariedad; es más importante siempre ver soluciones de manera conjunta.
[...] Sobre la demanda misma, que haya un ganador y un perdedor, eso siempre va a traer un dolor, va a traer heridas y nuestra responsabilidad debe ser cómo cerrar las heridas. Eso es trabajando conjuntamente, acordando, y que cualquier solución beneficie a los dos países. Ahí hay muchos temas que discutir; que gane Bolivia, que gane Chile, especialmente que gane el pueblo chileno. No quiero adelantar algunos temas que conversamos con los movimientos sociales. Hay tantas formas de trabajar pensando en nuestros pueblos, y no solamente en pequeños grupos.
¿Cómo está su relación con los políticos chilenos? ¿Usted tiene contacto con políticos que han manifestado apoyo a las demandas de su país?
No sería bueno revelarlos. Tenemos contactos con algunos intelectuales, profesionales, docentes de universidades, artistas, políticos, especialmente con los movimientos sociales. Yo estoy sorprendido de ese apoyo. Usted sabe muy bien, en mi primera visita… Durante mi dirigencia sindical solo no había visitado dos países de América: Chile y Estados Unidos, aunque (también) algunos países del Caribe, pequeños. Sin embargo, solo de presidente pude llegar a Chile y a Estados Unidos.
Una vez tenía una conferencia a la que me invitaron de una universidad, pero algunos políticos me declararon persona non grata y por tanto dejé de viajar para evitar cualquier conflicto…
Pero llegué y mi primera visita fue en la posesión de la Bachelet y he visto un coliseo gritando todos “mar para Bolivia”. Nos hizo llorar. En la segunda ida igual… “mar para Bolivia con soberanía”… documentos con los movimientos sociales… Y sí, estamos en contacto permanente con algunos movimientos sociales, mediante algunos viceministros delegados y vamos a continuar este trabajo, porque somos pueblos.
Usted sabe muy bien, en el año 1879 ha habido una invasión. No era por el pueblo chileno, ni por los movimientos sociales, sino un grupo de oligarquías chilenas. Siempre en cada país habían oligarquías con el apoyo de empresarios ingleses, por razones económicas nos han invadido. Sabe eso la historia y por eso deben buscarse soluciones para los pueblos.
¿Usted cree que es correcto entonces que La Haya haya dicho que Chile fue quien declaró la guerra a Bolivia?
Sí. Imagínese, es totalmente correcto, saben los de La Haya. A mí me ha sorprendido. Ser expertos que tienen la obligación de hacer justicia digan la verdad. Por tanto, pues estamos con la verdad, estamos por la justicia y repito nuevamente, qué mejor mediante el diálogo resolver el acceso.
Para ir cerrando: ¿Qué opina usted de Heraldo Muñoz? Lo apuntaba a él como uno de los responsables de que, probablemente, no se haya seguido por ese camino de diálogo que sí hubo en el primer gobierno de Michelle Bachelet.
No tengo nada que juzgar. Evidentemente algunos términos son muy ofensivos. Tal vez, también tienen todo el derecho de expresar el pensamiento, el sentimiento del pueblo chileno. Respeto. Por ejemplo, dijo que no está en debate la soberanía, y usted como chileno sabe muy bien cómo la soberanía se entregó a las trasnacionales, al sector privado… Eso es un debate, tal vez interno… Pero yo respeto muchísimo, aunque algunos de nuestros ministros nos decían que siquiera ahora nos saluda el canciller de Chile. Cada uno, evidentemente, tenemos nuestras propias particularidades…
¿No saluda a sus delegados?
Estaba preocupado, pero nosotros no hicimos ningún daño. Cada uno tiene su propio comportamiento, su carácter y lo respetamos.
A ustedes, cuando se les ha invitado al diálogo, han dicho públicamente que no van a participar si no está el punto del mar. ¿No hay ahí un poco de intransigencia para dialogar?
Nosotros, de manera concertada, amistosa, hicimos 13 puntos. Y en la última reunión con la presidenta Bachelet en la Celac dijimos “desarrollemos los 13 puntos”. Si no es así, sería un error. Nuestro gran deseo es desarrollar todos los puntos que tenemos. No rechazamos el diálogo.
Para terminar: ¿cómo observa usted el movimiento Rapa Nui? ¿Usted le entrega su respaldo a los pueblos originarios?
He recibido saludos, sus reivindicaciones, respeto sus reivindicaciones. En este momento, asumir esa responsabilidad, tomando en cuenta que son movimientos indígenas, puede parecer como una intromisión. Quiero que me entiendan los hermanos indígenas: comparto sus reivindicaciones, pero no puedo asumir esta responsabilidad. No quiero que se entienda como una intromisión, por ahora, y después veremos alguna cumbre internacional, como me han planteado representantes de ellos. Quiero pedir mil disculpas.
¿Tiene previsto tal vez pedirle a la presidenta Bachelet conversar en Unasur ahora en octubre?
No, vamos a seguir intentando una reunión con la presidenta Bachelet. Tenemos varios mecanismos de acercarnos para conversar, así como conversamos en la última reunión de Celac.