El capitán de La Roja Claudio Bravo dio a conocer la razón de peso por la que decidió marginarse de la convocatoria de la selección para el encuentro amistoso de esta tarde ante Paraguay.
Si bien, el portero del Barcelona le dijo que no a Sampaoli para poder dedicarse de lleno a pelear la titularidad del arco azulgrana ante Ter Stegen, en entrevista con Mundo Deportivo, el nacional aclaró que la razón principal por la que se quedó en España fue para cuidar su esposa, quien está embarazada.
“Sí es entendible porque uno se juega mucho. No me moví también porque voy a ser padre por cuarta vez. Mi mujer está con 7 semanas y han sido terribles porque no se ha sentido bien. Y estando así no la voy a dejar sola en casa con tres niños. Lo ideal era que me quedara a hacerle compañía y ayudarle. La decisión pasa por eso también. No irme de casa”, dijo el meta chileno.
Por otro lado, Bravo fue consultado también por la obtención de la Copa América a manos de Argentina en la final, y lo que pasó con sus compañeros en el Barcelona Lionel Messi y Javier Mascherano tras haber caído en la definición a penales ante La Roja.
“Hablamos muchas cosas. Para Argentina fue un momento muy duro porque venía de perder la final del Mundial. Pero para nosotros fue una alegría enorme. Llevábamos más de 100 años sin ganar absolutamente nada en lo futbolístico. Ganamos nuestra primera Copa América en nuestro país. Fue la máximo. Para Arturo fue duro lo de la Champions. Para los chilenos fue positivo porque tenían un campeón de Europa seguro con dos chilenos enfrentándose”, señaló.
Además, y como mostraron las cámaras luego del partido, el capitán de la selección acudió rápidamente a consolar a sus compañeros en el conjunto culé, para luego ir a celebrar con sus compañeros tan importante logro.
“Al acabar el partido lo primero que hice es ir a dar ánimos a Mascherano y a Leo. Después me toca ir a hacer lo nuestro y estar con mis compañeros. Pero lo primero que hice fue despedirme de los rivales”, añadió.
En cuanto a su presente en el Barcelona, y la reñida situación con el alemán Stegen, quien volvió antes de sus vacaciones para entrenar, el seleccionado nacional aclaró que es una situación que no le molesta, ya que cada uno es libre de hacer lo que quiera.
“No me molesta, cada uno es libre de decir lo que estime conveniente. Yo me enfoco en hacer bien mi trabajo, en prepararme lo mejor posible, en estar óptimo para competir. Uno tiene que tener las cosas claras”, dijo.
Finalmente, y tras ser consultado por si este es su mejor año en lo que va de su carrera, Bravo admitió que puede que sí, aunque siempre aspira a más.
“Puede que sí, pero yo soy muy exigente en mis metas y en mis cosas, nunca trato de quedarme con lo que me ha tocado realizar, aunque haya sido positivo. Siempre aspiro a más, quiero lograr más objetivos de los que me propongo. Y si no los logro sigo batallando hasta que los consigo. Fue una temporada de ensueño, pero eso ya queda en el recuerdo. Y trabajamos de buena manera para conseguir esos logros nuevamente”, cerró.