Por estos días, sin prensa, sin anuncios rimbombantes ni figuración mediatica, casi en silencio, como lo vienen haciendo por años, representantes de los territorios insulares se reúnen en lo que podríamos denominar un cónclave, una reunión de las autoridades locales de ambas islas, Rapanui y Juan Fernández, para abordar temas propios de sus territorios.
La madrugada del domingo aterrizó en Rapa Nui la delegación de treinta isleños provenientes y originarios del archipiélago Juan Fernández encabezados por el alcalde, Felipe Paredes y el cuerpo de concejales de esa comuna atendiendo la invitación de sus similares de Isla de Pascua.
La idea es mantener durante una semana reuniones e intercambio de experiencias insulares a fin de poder superar lo ya logrado y aprender de sus respectivas comunidades gestión, jurisprudencia e intercambio de redes comerciales y productos necesarios para la subsistencia en dichos territorios.
Esto podría interpretarse como un duro golpe a la administración regional centralizada en Valparaíso, la que no ha sido capaz bajo ningún Gobierno de poder establecer de forma concreta avances administrativos o geopoliticos para resguardar, o al menos escuchar lo que tienen que decir los insulares.
Chile tiene mas de 3 mil islas y no sabe que hacer con ellas. Esa es la frase más escuchada en los últimos tiempos; tanto así que cuando se alzó el pueblo Rapanui hace unos años por la reivindicación de tierras ancestrales, la respuesta de la administración regional fue enviar Fuerzas Especiales de Carabineros; cuando se alzó Juan Fernández y los isleños se tomaron el aeródromo exigiendo mayor respaldo y apoyo en materias comerciales, de infraestructura entre otras, la respuesta fue la misma, amenazas de envío de Carabineros y querellas criminales.
¿Pero que tan importante es que los isleños se reúnan?
Tanto Rapanui como Juan Fernández, con sus diferencias y similitudes, pareciera ser que sólo ellos son los que buscan el resguardo de sus islas; desde el seno de los territorios insulares es desde donde han surgido las ideas y las directrices para establecer un desarrollo sustentable, ideas que hasta ahora pareciera que no han tenido eco en el Estado.
El año 2009 se realizó la ansiada modificación constitucional que establece a Juan Fernandez y Rapanui como “Territorios Especiales”. A la fecha poco o nada se ha avanzado en los Estatutos Especiales que deben regular entre otras cosas, la migración desde el continente según reconoce el Alcalde Felipe Paredes de Juan Fernández.
Hay avances y conversaciones pero básicamente con parlamentarios dice la autoridad comunal, y es nuevamente el centralismo del Estado el que hace que sea el Gobierno el que tenga la ultima palabra.
Uno de los puntos importantes que se tratan en el denominado Cónclave Insular es que los habitantes de ambas islas esperan y retomar la antigua ruta comercial y de hermandad que en los años 70 hiciera el recordado e histórico buque de la armada chilena Aka Pinto, permitiendo de esta manera estrechar lazos y hacer un llamado, desde el silencio, desde la inmensidad del océano pacífico al estado de Chile, a no olvidarse, que allá, en medio de la nada, dos grupos de chilenos, ancestrales y contemporáneos, hacen soberanía, y defienden no solo su respectivas culturas, sino también los intereses marítimos, territoriales y turísticos de un País que pareciera, los mantiene aislados en sus propias islas.
Sin embargo, desde Isla de Pascua, al parecer la reunión no estaba coordinada y se habrían enterado sólo a través de la prensa sobre la visita de la delegación de Juan Fernández, lo que generó la molestia y extrañeza de las autoridades locales. Principalmente de aquellas las ligadas al Gobierno ya que -según fuentes de Radio Bío Bío- las demandas de ambos territorios son distintas.