Al igual que el Gobierno, la oposición inició una segunda etapa de trabajo. La UDI, Renovación Nacional, Evópoli y el PRI, tras varios meses de reuniones reservadas, comenzarán encuentros públicos todos los lunes, giras regionales y un comité ejecutivo.
Además y al igual que en el oficialismo, tendrán vocerías, pero estas serán semanales para abordar la contingencia nacional y mostrar una señal de unidad.
Este nuevo referente de oposición se inició a principios de año, sin embargo, se vio obstaculizado por los casos de financiamiento irregular que afectan a algunos militantes. Además, hubo algunos parlamentarios de RN que no estaban a favor de este nuevo conglomerado debido al escenario político y las consecuencias que pudiera traer.
El presidente de la UDI, el senador Hernán Larraín, señaló que se comprometieron a trabajar unidos para que Chile recupere su futuro. Sostuvo que tienen consciencia de lo que está ocurriendo en la política chilena, pero también están preocupados de lo que ocurre en el país, por las reformas que está impulsando el Ejecutivo.
El parlamentario aseguró que con Chile no se puede jugar, por lo que serán una oposición que se preocupe de los problemas de la ciudadanía, con el objetivo de ser nuevamente gobierno ya que, a su juicio, la actual administración tiene paralizado al país.
El presidente de Renovación Nacional, Cristián Monckeberg, manifestó que es necesario que el gobierno rectifique el rumbo y que para ello están trabajando de forma coordinada, para demostrar que son una buena alternativa de gobierno.
El presidente de Evópoli, Felipe Kast, expresó que este es el inicio de un proceso, ya que los une la convicción de que Chile está caminando en una dirección equivocada. El dirigente expresó que trabajarán de forma coordinada para responder a la ciudadanía.
La presidenta del Partido Regionalista de los Independientes (PRI), Alejandra Bravo, coincidió con lo anterior y expresó que este conglomerado busca consolidarse como una oposición con alternativas y emplazó a la presidenta Michelle Bachelet a que cambie la ruta de sus reformas.