En medio de la investigación que mantiene el ministerio de Educación, en contra de la escuela de Derecho de la Universidad Central, por la falsificación de actas de exámenes de pre grado, la junta directiva de la institución le pidió la renuncia al rector, Rafael Rosell.
La ex máxima autoridad del plantel, fue duramente cuestionado por los estudiantes convalidados por negar las irregularidades y por la demora en transparentar la situación académica de los alumnos afectados por la falsificación de actas y comisiones fantasmas, que mantuvieron congelado, por más de un año, el proceso para jurar ante la Corte Suprema.
Uno de los profesores denunciantes, Christian Merino, indicó que de esta forma se cierra un círculo en torno a las irregularidades que se cometieron en la escuela de Derecho y espera que estos nuevos antecedentes sean tomados en cuenta por el Ministerio de Educación en su investigación.
A la salida de la Universidad Central del ex rector Rosell, se suma además el despido del ex decano, Andrés Naudón; el jefe de escuela, Santiago Hurtado y la encargada del departamento de Memorias y Grado, Giannella Sonatore. Todos, vinculados a la falsificación de actas.
La vocera de los estudiantes convalidados, Alejandra Pichuante, valoró la salida del plantel de Rafael Rosell, pese a que la universidad sólo ha reconocido la existencia de un problema administrativo.
Sin embargo, en mayo de este año y luego de una primera investigación que no detectó ninguna irregularidad, la fiscalía de la Universidad Central realizó una segunda indagación donde establece que hubo un actuar negligente por parte del ex decano Andrés Naudón, aseverando que siempre estuvo al tanto de lo que ocurría en la escuela de Derecho y la forma como se decidió solucionar los problemas de las convalidaciones.
De forma interina, la junta directiva nombró como rector al ex ministro de Minería del primer gobierno de, Michelle Bachelet, al militante radical, Santiago González Larraín, quien se desempeñaba como Vicerrector de Desarrollo Institucional.